Aislamiento absoluto: Israel cortará todos los lazos con Gaza tras la guerra
Israel no reabrirá los cruces fronterizos con la franja de Gaza tras la guerra
La guerra en Gaza terminará cuando Israel destruya todas las estructuras de la organización terrorista Hamás y libere a todos los rehenes capturados en la razzia del 7 de octubre.
Pero, tras la guerra, los lazos entre Israel y la franja quedarán rotos para siempre. Los 1.400 muertos, los miles de heridos y los cientos de secuestrados duelen demasiado y cualquier relación de confianza ha quedado destruido.
Según informó el ministro de Exteriores israelí, Eli Cohen, en declaraciones a la prensa recogidas por The Jerusalem Post, tras la guerra Israel mantendrá cerrados los dos cruces con Gaza.
No son pasos fronterizos propiamente dichos, ya que Gaza no es un territorio de un Estado soberano, sino cruces territoriales.
«No habrá más contacto entre Israel y Gaza», advirtió el ministro Cohen. Eso implica que «no habrá más intercambio de bienes ni cruces de personas y trabajadores palestinos» de Gaza a Israel.
La medida aislará aún más a Gaza de Cisjordania, lo que hará, en la práctica, un gobierno palestino para los dos territorios, que seguirán funcionando de forma autónoma y sin vínculos comunes.
Tras la retirada israelí de Gaza en 2005 quedaron habilitados dos puntos de cruce: el de Kerem Shalom y el de Erez. El primero servía para el paso de mercancías en ambas direcciones, mientras que el segundo era para el paso de peatones.
Asimismo, Gaza contaba también con el cruce de Rafah con Egipto, ahora cerrado, pero que no contaba con instalaciones para permitir el intercambio comercial.
Como alternativa, Cohen apuntó que Gaza podría abastecerse por medio de un canal marítimo con Chipre.
Tanto las organizaciones propalestinas como la oposición izquierdista israelí critica que esa medida ahondará aún más en la pobreza extrema que padecen los palestinos, principalmente los de la franja de Gaza.
Ese argumento, sin embargo, plantea de nuevo la pregunta de qué sentido tiene que Hamás atacara a Israel si la supervivencia del pueblo palestino depende, precisamente, de unas relaciones normalizadas con los israelíes.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ya adelantó que el ataque terrorista del 7 de octubre justifica un mayor control de los territorios palestinos. Por lo de pronto, Israel no consentirá que la Autoridad Nacional Palestina tome el control de Gaza tras la guerra.
La franja tendrá su propio gobierno, controlado por los palestinos, sin estructuras de Hamás y completamente autónomo de las decisiones de Ramallah.