Francia, Alemania e Italia dejan de lado a la UE y pactan su propia ley sobre la IA
Estos tres países consideran que la legislación europea para la inteligencia artificial perjudica la innovación
Francia, Alemania e Italia han alcanzado un acuerdo independiente sobre la gestión de la inteligencia artificial (IA), distanciándose de la versión finalizada por el Parlamento Europeo en junio.
Este acuerdo trilateral se centra en la auto-regulación a través de un código de conducta voluntario, en lugar de sanciones y penalizaciones, marcando un contraste claro con la postura más punitiva adoptada por el Parlamento Europeo.
Sergey Lagodinsky, un ponente alemán del grupo de Los Verdes, duda sobre este enfoque de auto-regulación. Según Lagodinsky, la auto-regulación no aborda adecuadamente las preocupaciones que suscitan los sistemas de IA de alto impacto. En su opinión, son necesarias reglas transparentes y a prueba de futuro que permitan el desarrollo de esta tecnología en Europa, tal como propone el Parlamento Europeo.
Las regulaciones propuestas por el Parlamento tienen como objetivo limitar los aspectos negativos potenciales de las aplicaciones de IA y evitar resultados discriminatorios, aprovechando al mismo tiempo el poder innovador de la IA. Sin embargo, Francia, Alemania e Italia tenían una visión diferente y amenazaron con descarrilar por completo el proceso legislativo.
La versión europea
En junio, el Parlamento Europeo sugirió que el código de conducta debería ser obligatorio solo para los principales proveedores de IA, principalmente aquellos con sede en Estados Unidos. Los tres países expresaron entonces su preocupación por que esto pudiera percibirse como una ventaja competitiva para los proveedores europeos más pequeños, lo que podría socavar la confianza en ellos y reducir potencialmente su base de clientes y ventas.
Ante esta situación, los tres países acudieron a la presidencia española del Consejo de la UE, responsable de las negociaciones en nombre de los Estados miembros, para impulsar un cambio de enfoque. Esto provocó la retirada de los funcionarios del Parlamento Europeo, quienes no estaban de acuerdo con alterar los conceptos básicos de la legislación, dejando a España intentando recomponer las relaciones.
A pesar de esto, Francia, Alemania e Italia parecen decididas a socavar el enfoque tecnológicamente neutral y basado en el riesgo del proyecto de Ley de IA propuesto, que está diseñado para preservar la innovación y la seguridad al mismo tiempo. Estos países afirman que las regulaciones que rigen la conducta y la transparencia deben ser vinculantes universalmente.
Su postura sugiere que no se deben aplicar sanciones en primera instancia, sino solo después de un período nominal si se detectan infracciones del código de conducta. Proponen que una entidad europea designada supervise el cumplimiento de los futuros requisitos.