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Emmanuel Macron presidente de FranciaBertrand Guay / AFP

Francia

Macron aparca un referéndum sobre la inmigración mientras blinda el «derecho» al aborto

El mandatario francés presentará el 13 de diciembre el proyecto para hacer del aborto un «derecho» constitucional

Oficialmente, el presidente de la República constata que no se produce, de momento, el consenso para ampliar el campo de aplicación del referéndum, contemplado en el artículo 11 de la Constitución, a los asuntos de tipo social. O, como dijo Fabien Roussel, secretario general del Partido Comunista –recién escindido de la coalición de extrema izquierda Nupes–, «en la mesa surgió el consenso de que parecía complicado ampliar la posibilidad de organizar referendos sobre cuestiones sociales como la inmigración».

La «mesa» a la que alude Roussel es la tercera edición de las reuniones que el presidente organiza periódicamente -la primera fue en septiembre- en un palacete de Saint-Denis con los líderes de los partidos que gozan de representación parlamentaria. En la última, celebrada el pasado viernes, solo el líder de la Agrupación Nacional, Jordan Bardella defendió esa opción, que el jefe del Estado no descartaba siempre que hubiera consenso entre las principales formaciones.

Sabía que era imposible por la oposición frontal de todas las izquierdas. Incluso, de algunos dirigentes de Renacimiento, su partido, o del Defensor de los Derecho (equivalente francés del Defensor del Pueblo), Jacques Toubon, para quien la respuesta a cualquier pregunta en un referéndum de este tipo «solo puede ser populista». Mas a la reunión de Saint-Denis faltó Éric Ciotti, líder de Los Republicanos (centro derecha), el principal promotor de la idea.

Ciotti dio el plantón por tres razones, a cada cual más politiquera. La primera, porque está convencido de la inoperancia de las reuniones de Saint-Denis; la segunda tiene que ver con el reciente endurecimiento del proyecto de ley de inmigración por parte del Senado, cámara en la que Los Republicanos gozan de una sólida mayoría. Sabe, por lo tanto, que cuando el texto sea examinado por la Asamblea Nacional, en la que Renacimiento carece de mayoría absoluta, la postura de Los Republicanos será determinante para ablandar el texto o dejarlo como está.

Si se impone esta última opción, a los diputados de la Agrupación Nacional no les quedará más remedio que votar a favor. Por último, Ciotti no quiere aparecer como el segundón de Bardella. De ahí que le dejara aislado en Saint Denis: Los Republicanos juegan desde hace meses a recuperar parte de la temática de Bardella, pero excluyendo cualquier alianza electoral.

Se trata de una estrategia peligrosa. Sin ir más lejos en caso de que un voto masivo a favor de la Agrupación Nacional, tal y como vaticina alguna que otra encuesta, dejase a Los Republicanos fuera de la Eurocámara en los comicios de la próxima primavera. Macron es consciente de la rivalidad enconada que impera en la derecha, por lo que ha decidido intentar ensanchar su división presentando el el proyecto para hacer del aborto un «derecho» constitucional el 13 de diciembre.

La fecha no es baladí: al tratarse de una revisión constitucional que ha de ser votada en los mismos términos por las dos cámaras, y supone un proceso largo, Macron prevé que la sesión del Congreso –así se llama cuando se reúnen conjuntamente el Senado y la Asamblea Nacional– que tratará el asunto se celebre en marzo. En plena campaña para las elecciones europeas.