Orbán pide revisar «con urgencia» el impacto estratégico del apoyo europeo a Ucrania
El primer ministro húngaro teme que la incorporación de Ucrania al bloque agudice la dependencia de la Unión Europea con Estados Unidos
El Primer Ministro húngaro, Viktor Orbán, ha enviado una carta al Presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, en la que amenaza con descarrilar las próximas conversaciones sobre Ucrania a menos que los líderes acuerden mantener una discusión estratégica sobre su política hacia Kiev.
Orbán subrayó la urgencia de esta discusión dada la situación en el campo de batalla en Ucrania, añadiendo que no es posible tomar decisiones sobre la apertura de conversaciones de adhesión, la ayuda financiera a Ucrania o nuevas sanciones contra Rusia hasta que los líderes consientan esta «discusión estratégica».
Además, Orbán vincula el apoyo de Europa a Ucrania con Estados Unidos, cuestionando si es justificable continuar el apoyo si Washington reduce su ayuda a Kiev.
«¿Podemos dar por hecho el continuo apoyo de Estados Unidos? ¿Cómo concebimos la arquitectura de seguridad de Europa después de la guerra?», pregunta Orbán en la carta.
El líder húngaro busca mayor influencia para su enfrentamiento con Bruselas sobre los 13 mil millones de euros en fondos de la UE para Hungría que actualmente están bloqueados, a la espera de la decisión de la Comisión sobre las reformas del estado de derecho. Según un diplomático de la UE, Hungría ha «trabado» cada decisión relacionada con Ucrania con su amenaza de veto.
La fuerza de Budapest
Algunos países ya están debatiendo maneras de eludir a Hungría en caso de que Budapest decida usar su veto sobre Ucrania, incluyendo acuerdos bilaterales para la ayuda militar. Sin embargo, el diplomático argumentó que tales movimientos podrían socavar la unidad de la UE y podrían ser prematuros.
A pesar de la afirmación de Orbán de que la UE no ha tenido discusiones estratégicas sobre los resultados en Ucrania, abundan los documentos y análisis, incluyendo un borrador de papel del brazo diplomático de Europa que profundiza en los compromisos de seguridad de la UE con respecto a Ucrania.
Mientras tanto, los eurodiputados en Estrasburgo debatieron el martes sobre el progreso de Hungría en la lucha contra la amenaza al Estado de derecho y la independencia judicial en el país, instando a la Comisión a no liberar los fondos congelados hasta que Budapest haya cumplido todas las condiciones establecidas.
Muchos eurodiputados expresaron su preocupación por los rumores de que la Comisión planea liberar el dinero a Hungría a cambio de su apoyo a Ucrania, una perspectiva que denunciaron como preocupante. Pero el comisario de Justicia, Didier Reynders, aseguró que los fondos «no fluirán en ausencia de los cambios necesarios».
«Los principios del estado de derecho no están en venta, son innegociables y no pueden servir como moneda de cambio», afirmó el eurodiputado del PPE, Jeroen Lenaers, quien afirmó que se necesitan más acciones antes de que la Comisión pueda descongelar los fondos. «Solo reformas significativas, tangibles y duraderas pueden permitir la liberación del dinero de los contribuyentes».
Esta decisión es importante, ya que España podría encontrarse en la misma situación a causa del pacto entre Junts y el PSOE. Una de las posibles medidas que la Comisión podría tomar para castigar a Pedro Sánchez, y garantizar que se cumple en España el Estado de derecho, sería congelar los fondos europeos.
Los eurodiputados húngaros respondieron a Bruselas, acusando a la UE de intentar chantajear a Budapest al retener los fondos. «El objetivo nunca fue alcanzar un acuerdo, esto es pura extorsión», afirmó Balázs Hidvéghi, eurodiputado de Fidesz. Mientras tanto, el eurodiputado Tamás Deutsch advirtió que Hungría «no bailará» al son de Bruselas y continuará protegiendo su soberanía.