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Silvia Mercado

Privatizaciones y reducción del Estado, las audaces ideas de Milei para «exterminar» la inflación

Se esperan anuncios diarios de parte del presidente electo hasta el 10 de diciembre, el día previo de su toma de posesión, pero hasta entonces no revelará el nombre de su ministro de Economía

Javier Milei, presidente electo de ArgentinaLuis Robayo / AFP

«Todo lo que está en el Estado y pueda pasar a manos del sector privado, va a estar en manos del sector privado», fue una de las primeras definiciones que realizó el presidente electo Javier Milei en uno de los seis reportajes que brindó a la mañana siguiente de su victoria, donde ganó por 55.7 % frente al 44.3 % de Sergio Massa, que realizó una de las peores elecciones en la historia del peronismo.

Se refirió a la petrolera YPF, una sociedad anónima que cotiza en la Bolsa de Nueva York pero es íntegramente conducida por el Estado, porque es dueño del 51 % de las acciones. A los pocos minutos sus acciones aumentaron 38 %, como lo hicieron en general los bonos argentinos y otras empresas energéticas, en respaldo de esas declaraciones. Hasta las empresas de amigos del candidato derrotado crecieron al 25 %. Es el caso de Edenor, la compañía eléctrica que compraron este año.

Se trató, según dicen los expertos, de «una subida histórica»

El presidente electo también habló de Aerolíneas Argentinas, la línea de bandera que pierde un millón de dólares por día, según información que dieron las autoridades de la compañía, actualmente manejada por la agrupación ultrakirchnerista La Cámpora.

La empresa estaba en manos del español Grupo Marsans, que tomó la compañía en el 2001 para sacarla de una crisis, pero en el 2008 Cristina Fernández de Kirchner decidió estatalizarla, en una maniobra de corte político que anunció en medio de la llamada «crisis del campo».

La propuesta que tiene Milei, por estas horas, es ceder la empresa a los trabajadores conducida por la gerencia técnica, para evitarle el gasto al Estado, y controlar la operación con los organismos públicos dedicados a auditarla.

Al día siguiente siguió con los precisiones. Aseguró que no va a levantar el llamado «cepo cambiario» (la restricción para controlar el mercado de divisas que se utiliza en la Argentina) hasta que resuelva el problema de las Leliqs, las letras del Banco Central para financiar el déficit del Estado a través de imponerle a los bancos que compren bonos en pesos, considerada una bomba de tiempo por los expertos que -mal manejada- puede provocar hiperinflación.

En este caso buscó tranquilizar al ahorrista, que en diciembre de 1989 sufrió el canje compulsivo de los depósitos a plazo fijo por títulos públicos en un plan que se llamó «Bonex». En ese momento, el gobierno de Carlos Saúl Menem buscaba evitar la hiperinflación.

Milei, que elogió en reiteradas oportunidades a Menem, aseguró sin embargo que no va a expropiar los depósitos y que, por el contrario, «el Estado cumplirá con sus obligaciones».

Sincero, en lugar de prometer que la inflación bajará en el corto plazo, dijo exactamente lo contrario: «hay precios reprimidos, precios pisados artificialmente y eso tarde o temprano paga factura» declaró en una entrevista en el canal de noticias LaNaciónMás.

«La escalada inflacionaria continuará en los meses de verano y quizás por 18 o 24 meses consecutivos, porque el gobierno actual puso todo en un freezer para tratar de maximizar los votos. Hay inflación reprimida y lo lógico es que haya mucha inflación», dijo. Y anticipó que «los próximos seis meses serán de ajuste».

Además prometió privatizar el sistema de medios públicos, que tiene Canal 7, Radio Nacional y la agencia de noticias Télam, lo que parece difícil, ya que lo más probable es que no encuentre compradores. La opción, en ese caso, sería la liquidación de esos organismos.

El anticipo fue inmediatamente respondido por las actuales autoridades de esos medios, que salieron a repudiar la intención de Milei, asegurando que la medida afectaría el pluralismo, la diversidad y la inclusión de agendas alternativas.

Pero el director de la carrera de comunicación de la UADE, José Crettaz, expresó que «la falta de pluralismo, diversidad y la afectación a la libertad de expresión fueron extensamente documentadas y se acrecentaron durante la campaña, en casos violatorios a las leyes vigentes».

Hasta el 10 de diciembre, se esperan anuncios de parte del presidente electo en forma diaria. Pero el nombre del ministro de Economía no quiere darlo hasta esa fecha, «para protegerlo de las presiones antes de que tenga que asumir». Asegura que ya lo tiene elegido desde hace semanas y que ya está trabajando. Dice que no es ninguno de los que trascendieron hasta ahora, mencionados porque se los ve circular en el Hotel Libertador, donde Milei armó sus oficinas hasta que asuma la presidencia.

Muchos llevan papers para analizar la situación y evaluar alternativas. En algunos casos, porque el propio presidente electo lo pide. En otros, como una forma de colaborar a desactivar la bomba de tiempo que es en general la Argentina, no solo por la fenomenal deuda que supera largamente a la que tomó Mauricio Macri (500 % más), sino también la deuda social, en salud, en educación en seguridad, en trabajo digno, en vivienda. En fin, la deuda en confianza de una sociedad agobiada por las crisis y a punto de perder la esperanza.