Milei frenó la primera crisis incluso antes de empezar el juego de la transición en Argentina
El presidente electo temía que quisieran hacerle responsable del impacto en el sensible mercado de cambios al día siguiente, y pidieron que se aclarara la situación de Massa en el gobierno
El presidente saliente Alberto Fernández y el presidente electo Javier Milei dieron inicio formal a la transición de gobierno, un trámite que es habitual en la mayoría de las democracias del mundo, pero que es excepcional en Argentina. Nadie olvida que en el 2015, Cristina Fernández de Kirchner se negó a la entrega del poder y hubo que hacer complejas maniobras judiciales para darle legalidad al acto formal de asunción de Mauricio Macri.
Fernández llamó el domingo por la noche a Milei para felicitarlo por la elección e invitarlo al día siguiente a la Casa Rosada como debería ser la norma. El libertario le confirmó su presencia, pero enseguida llovieron las desconfianzas.
Es que cerca del derrotado candidato peronista Sergio Massa comenzó a circular la información de que se tomaría licencia y no se haría cargo del traspaso ni de la situación económica, que aún está bajo su responsabilidad hasta el 10 de diciembre, cuando dará inicio la próxima Administración.
También en la empresa de aguas AySA, que dirige su esposa Malena Galmarini, surgió el mismo rumor.
Massa y Galmarini estaban bajo estado de shock y cayeron derrumbados frente al resultado electoral. Una derrota, por un 11 %, ante un recién llegado a la política era mucho más de lo que estaban en condiciones de entender. A las pocas horas revisaron su postura y negaron lo que ellos mismos hicieron trascender.
En La Libertad Avanza (LLA) temían que quisieran hacerlos responsables del impacto en el sensible mercado de cambios al día siguiente, y pidieron que se aclarara la situación de Massa en el gobierno y los nombres de los responsables por área para encarar el traspaso.
«Javier está en la cancha y lo quisieron llevar por delante. Por eso paró la pelota, miró a cada costado, mandó a su gente a ver dónde estaban parados, y sólo se sentó cuando le dieron garantías de que no le tirarían el gobierno por la cabeza», dijo una fuente que está instalada en el Hotel Libertador a El Debate.
Guillermo Francos y Nicolás Posse, quienes suenan como futuros ministro del Interior y jefe de gabinete –respectivamente– de Milei en la presidencia, se ocuparon personalmente de preparar el encuentro. Se reunieron con el secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello, y el vicejefe de gabinete, Juan Manuel Olmos, pidieron garantías, se las dieron y después de trabajar varias horas acordaron el encuentro que se realizó el martes por la mañana, en un desayuno que se concretó en la Residencia Presidencial de Olivos a las 8 de la mañana (hora argentina).
La reunión duró dos horas y media, casi tres. Para evitar la ansiedad mediática, se acordó la difusión de una foto en la galería del chalet presidencial, con fondo del jardín, y un comunicado muy genérico que distribuyó la Casa Rosada.
«El presidente de la Nación, Dr. Alberto Fernández, recibió esta mañana al presidente electo Dr. Javier Milei, quien asumirá sus funciones constitucionales al frente del Poder Ejecutivo Nacional a partir del próximo 10 de diciembre. El encuentro se llevó adelante en la residencia presidencial de Olivos, con el objeto de dar inicio al proceso de transición institucional entre los equipos designados por ambos en las distintas áreas de gobierno».
La Oficina del presidente electo, una cuenta de X (antes Twitter) que fue creada en el día de ayer, no publicó nada al respecto.
Por su parte, Milei compartió la publicación del economista Tommy Shelby que, sobre la foto difundida oficialmente, simplemente escribió «finalizó la reunión de Alberto y Javier Milei. Dos horas y media. Dicen que fue amena y muy respetuosa. Por suerte veremos la entrega del bastón presidencial».
Por lo que se sabe, el presidente electo sigue manejando personalmente sus redes sociales.