Frontex intensifica su despliegue en la frontera finlandesa frente al ataque híbrido de Rusia con inmigrantes
Finlandia optará además por cerrar sus fronteras con Rusia temporalmente, ya que el Kremlin está instrumentalizando los flujos migratorios y enviando oleadas de personas al territorio finlandés
La Agencia Europea de Fronteras y Guardacostas, más conocida como Frontex, ha anunciado que aumentará de forma importante el número de sus guardias en la frontera finlandesa.
Es su respuesta frente a la creciente crisis migratoria que viene de Rusia. Desde hace semanas, cientos de inmigrantes sin documentos válidos inundan la frontera oriental de Finlandia.
Para protegerse de este tipo de ataque híbrido, que es la instrumentalización de los flujos migratorios por parte de Rusia, las autoridades finlandesas han declarado que pronto cerrarán casi todos los puntos de cruce con el territorio de Putin.
Según un comunicado de prensa de Frontex, la agencia incrementará su personal en el terreno de 10 a 50 agentes de manera inminente, además de proporcionar más equipos y vehículos de patrulla para ayudar a defender la frontera europea.
Se espera que los funcionarios de Frontex lleguen a Finlandia en la semana que comienza el 27 de noviembre.
«El apoyo de Frontex a Finlandia va más allá de la logística; es una demostración del compromiso unificado de la Unión Europea contra los desafíos híbridos que afectan a uno de sus miembros», explicó Hans Leijtens, Director Ejecutivo de Frontex, respecto al despliegue.
Este aumento de guardias se produce en un contexto de creciente nerviosismo en Finlandia. Algunos funcionarios finlandeses han afirmado que el Gobierno ruso está detrás del aumento en el número de llegadas, señalando que los migrantes provienen de países como Egipto, Eritrea, Etiopía, Yemen, Marruecos, Pakistán, Somalia, Sudán y Siria.
«Rusia ha causado y permitido esta situación», afirmó el Primer Ministro finlandés, Petteri Orpo, agregando que el Kremlin también está en posición de poner fin al aumento. Finlandia espera que su plan de cerrar todos sus cruces fronterizos orientales con Rusia, excepto uno en el extremo norte, ayude a disminuir la crisis.
Sin embargo, las otras situaciones similares de oleadas migratorias desde Rusia y sus aliados en las fronteras de la UE se resolvieron con mucha más dificultad.
Antes de estallar la guerra en Ucrania, hubo un aumento en las llegadas desde Bielorrusia a Polonia, que no se detuvo con el cierre de los cruces entre ambos países. Las autoridades bielorrusas optaron por empujar a los inmigrantes hacia las defensas fronterizas polacas, lo que resultó en disturbios.
Rusia ha sido acusada de participar en ataques híbridos similares, con Estonia acusando al Kremlin el 22 de noviembre de instrumentalizar las oleadas migratorias contra Europa.
«Francamente, la continua presión migratoria en la frontera oriental de Europa es una operación de ataque híbrido», afirmó entonces el ministro del Interior de Estonia, Lauri Laanemets.