Las comunidades judías en España critican las posiciones anti-israelíes de los ministros de Sánchez
La designación de nuevos ministros del Gobierno de Pedro Sánchez, conocidos por sus posiciones anti-israelíes, no sólo ha levantado ampollas en la prensa de Israel, sino que las comunidades y organizaciones judías españolas rebufan ante lo que consideran una declaración de intenciones, un suma y sigue de lo que está por venir.
Entre los cargos que perciben como más anti-israelíes se encuentran varios ministros de Sumar: la ministra de Infancia y Juventud, Sira Rego; el de Cultura, Ernest Urtasun; y el de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy.
Los dos primeros, votaron en el Parlamento Europeo en contra de condenar los ataques del grupo terrorista Hamás contra la población civil israelí el 7 de octubre. La condena fue aprobada el 19 de octubre con 500 votos a favor y 21 en contra, entre ellos, los de los dos flamantes integrantes del Ejecutivo de coalición.
Urtasun justificó su voto en que la resolución no mencionaba un alto el fuego, sino pausa humanitaria, mientras que Izquierda Unida, formación política que Rego representaba, pedía romper relaciones con Israel.
Más recientemente, Rego y Bustinduy condenaron durante su primera intervención como miembros del Ejecutivo español lo que tildaron de «barbarie» en Gaza, al tiempo que exigieron que «se detenga de inmediato».
La FCJE se pronuncia
La Federación de Comunidades Judías de España (FCJE) manifestó en una comunicación con El Debate su postura respecto al nombramiento de Rego como ministra y asegura que «una persona, que se ha manifestado expresamente contra Israel y ha justificado las atrocidades de Hamás, no augura un mandato objetivo e imparcial en el nuevo ministerio».
El presidente del Gobierno español, de visita en Israel, expresó el pasado jueves a los dirigentes con los que se reunió que el «número de palestinos muertos es realmente insoportable», reconoció el derecho del Estado judío a defenderse siempre en el marco del Derecho Internacional y pidió una respuesta proporcionada al ataque de Hamás. Planteó asimismo la celebración de una conferencia de paz y una solución de dos Estados para resolver el conflicto palestino-israelí.
La FCJE consideró «poco afortunadas» las declaraciones de Sánchez y fue más lejos al subrayar que, «en absoluto ayudan a mediar en la guerra que está librando Israel contra la organización terrorista Hamás. Esperamos que en su viaje a Israel comprenda sobre el terreno la dimensión y la importancia de lo que Israel está haciendo».
Por su parte, la comunidad judía masortí Atid, con sede en Barcelona, ha dado la «bienvenida» a través de X a la nueva ministra de Igualdad, la socialista Ana Redondo, reemplazo en el cargo de Irene Montero, quien eludió pronunciarse sobre las brutales agresiones a mujeres cometidas en el ataque de Hamás a Israel.
En el post se recuerda a la nueva titular del ramo los desafíos que tiene por delante, acompañando el saludo con un vídeo promovido por una campaña israelí que censura el silencio internacional por los crímenes sexuales y de género cometidos por Hamás.
«El atentado terrorista del 7 de octubre dejó cicatrices indelebles, especialmente para las mujeres que sufrieron atrocidades. Confiamos en la nueva ministra, para que levante la voz en defensa de TODAS las mujeres, independientemente de su raza, color, origen o religión», reza el mensaje dirigido a Redondo.
Por su parte, la organización de diplomacia pública española ACOM (Acción y Comunicación sobre Oriente Medio), dedicada a combatir el antisemitismo y la promoción de las relaciones entre España e Israel, arremete contra Pedro Sánchez, al que considera directamente «el líder más israelófobo de Europa».
Más allá de la composición de su nuevo Gobierno, la organización se hace eco de que Sánchez ha realizado 167 viajes al extranjero y visitado 64 países como mandatario, y que le ha llevado mes y medio después del ataque de Hamás visitar Israel, un mes transcurrido desde que diferentes dirigentes mundiales hayan viajado al Estado judío para expresar su solidaridad con el ataque.
Declaración de intenciones
El presidente de la comunidad judía masortí Bet El de Madrid, Gastón Roife, valoró las nuevas caras del Ejecutivo de Sánchez, como toda «una declaración de intenciones».
«Una cosa es tener dos ministras que ya formaban parte del Gobierno y hacían declaraciones anti-israelíes y antisemitas (alusión a Irene Montero e Ione Belarra), y otra, reemplazarlas por ministros y ministras con un discurso similar o incluso más agresivo sabiendo desde antes cuál es su posicionamiento», añadió.
El dirigente comunitario consideró que la designación de Rego como titular de Juventud e Infancia, «habla mucho de la influencia que puede llegar a tener en los diferentes aspectos desde su competencia».
La FCJE y la Plataforma contra el Antisemitismo denunciaron recientemente incidentes antisemitas en universidades, institutos y colegios del país. Urgieron además a las autoridades educativas y políticas, a profesores y familias a adoptar un posicionamiento firme contra el antisemitismo y el discurso de odio a Israel.
Desde el 7 de octubre y el inicio de la guerra en Gaza, se ha registrado en España un aumento de los ataques antisemitas no vistos en mucho tiempo en el país, como un escrache a un hotel en Barcelona propiedad de un israelí, el intento de asalto a la sinagoga de Melilla, pintadas y el lanzamiento de piedras a viviendas y centros judíos, acoso a alumnos judíos en colegios de Baleares, así como la ocupación agresiva de estaciones de tren en Barcelona y Madrid.
Roife reconoció que expresar posicionamientos políticos desde las colectividades israelitas puede representar un «riesgo a la seguridad institucional con elementos de extrema izquierda fácilmente movilizables y estimulables».
Pero insistió en que, «una cosa es un Gobierno heredado con socios incómodos, y otra, la elección de socios que ya se sabe que son incómodos, es un mensaje claro, no es un acto fallido».
Un mensaje que ha calado positivamente entre diferentes miembros de la comunidad judía es el protagonizado por la análoga comunidad de Cataluña Atid, que recientemente rechazó una invitación del Parlamento catalán para asistir a un acto educativo en memoria de las víctimas del Holocausto, por el silencio del órgano legislativo ante el pogromo del 7 de octubre.
En una misiva, Atid asegura haber conocido las denuncias de muchos jóvenes, «por el adoctrinamiento en las escuelas, donde se da una visión sesgada de la guerra, donde no se les habla de los secuestrados, donde no se les habla de la barbarie cometida por el grupo terrorista Hamás».
Desde ese ataque y la respuesta israelí en Gaza, las medidas de seguridad se han reforzado en sinagogas, escuelas y otras instituciones judías de todo el país, lo que no ha impedido que se produjeran las mencionadas agresiones antisemitas en diversos puntos de la geografía española.
En el plano institucional, Roife encomió el apoyo de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado y su «excelente» disposición para evitar que se produzcan altercados, así como buenos canales de interlocución y nivel de alerta por parte de las autoridades.