Geert Wilders celebra su victoria electoral en Países Bajos
Los Países Bajos de Wilders votan para desvincularse del pacto migratorio de la UE
El país holandés querría más autonomía en cuestiones migratorios, sobre todo en vista de la posibilidad de que la UE elimine el poder de veto
El Parlamento de los Países Bajos ha votado, con mayoría aplastante, a favor de desmarcarse del resto de la Unión Europea en el ámbito migratorio. Quieren buscar una excepción en las políticas de migración y asilo de las futuras negociaciones europeas.
La moción que solicita la excepción fue apoyada por cuatro partidos que se espera formen un nuevo gobierno de derechas en los Países Bajos: el Partido por la Libertad (PVV), el Nuevo Contrato Social (NSC), el Movimiento Ciudadano-Agricultor (BBB) y el Partido Popular por la Libertad y la Democracia (VVD). Lo que buscan estos partidos es una cláusula de excepción similar a la que ostenta Dinamarca.
Geert Wilders, líder del PVV, que obtuvo una victoria aplastante en las elecciones holandesas del 22 de noviembre, se mostró eufórico con el resultado, calificándolo de «histórico».
Con este voto, los Países Bajos muestran su descontento con el rumbo emprendido por la Unión Europea. Se trata de una reacción a la decisión tomada por el Parlamento Europeo en noviembre: aprobaron planes presentados bajo el liderazgo del eurofederalista Guy Verhofstadt, para eliminar el veto nacional de los Estados miembros de la Unión Europea y, de esta forma, reducir la soberanía y poder de decisión de los países. Estos planes requerirán, además, un cambio en el Tratado de la UE para ser implementados.
Verhofstadt declaró que el objetivo principal del trabajo del Parlamento era eliminar la votación por unanimidad «desastrosa» en la UE.
El modelo danés
Las negociaciones sobre las excepciones fueron impulsadas tanto por el Grupo de Conservadores y Reformistas Europeos (ECR) como por el Grupo Identidad y Democracia (ID) en debates parlamentarios desde Estrasburgo. Ambos son críticos con los planes actuales de Bruselas en materia de migración, como se detalla en el controvertido Pacto Migratorio de la UE.
Dinamarca fue capaz de adoptar una de las políticas de migración y asilo más estrictas de la UE después de que su pueblo votara a favor de una excepción de la Política de Justicia y Asuntos de Interior de la UE a raíz de la ratificación del Tratado de Maastricht en 1992.
Gracias a ese voto, Dinamarca no participa en la elaboración de políticas de inmigración y asilo de la UE. Sin embargo, el país aún se adhiere a la Convención de Ginebra y a la Convención Europea de Derechos Humanos.
Este giro en la política holandesa hacia una postura más autónoma en cuestiones de migración y asilo es un reflejo de la creciente tendencia en varios países europeos de reevaluar sus compromisos y políticas en el marco de la Unión Europea. Con este voto, los Países Bajos se unen a un grupo selecto de naciones que buscan mayor autonomía en sus políticas internas, desafiando así el status quo y las normativas establecidas a nivel europeo.