Los países bálticos construyen una línea de fortificaciones en las fronteras con Rusia por si Ucrania cae
Los países del este de Europa fortifican sus defensas en medio de una creciente desconfianza hacia el compromiso real de EE.UU. con su defensa después de que se deje a Ucrania sin ayuda militar
Las repúblicas bálticas han decidido poner la venda antes de la herida y construir una línea de búnkeres y trincheras a lo largo de sus fronteras con Rusia y Bielorrusia para prevenir una posible agresión de Moscú si Ucrania pierde la guerra y cae.
Los hechos vividos desde febrero de 2022 y con las declaraciones del presidente Vladimir Putin y de sus halcones hacen prever que si Rusia derrota a Ucrania y conquistan y anexionan el país, la voracidad expansionista del Kremlin no se detendría ahí.
Tanto Putin como su vicepresidente del Consejo de Seguridad –Dmitry Medvedev–, el portavoz del Kremlin –Dmitri Peskov– y el ministro de Exteriores –Sergei Lavrov–, además de los miembros de la comunidad de propagandistas ultranacionalistas telederigidos desde el Kremlin, han insistido en varias ocasiones que las aspiraciones de Rusia pasan por recuperar los territorios perdidos por el imperio ruso y la URSS.
En concreto, han apuntado en varias ocasiones a países como Moldavia, Rumanía, Polonia y las tres repúblicas bálticas: Estonia, Letonia y Lituania.
El Kremlin ha argumentado que esos países tienen una importante minoría rusoparlante discriminada por sus gobiernos y que Moscú considera territorio ruso aquellos lugares habitados por rusos étnicos, aunque pertenezcan a otros Estados.
Esas declaraciones incendiarias se han considerado una amenaza seria por los países afectados, sobre todo teniendo en cuenta el antecedente ucraniano.
Además, el bloqueo de la ayuda militar a Ucrania en el Congreso de Estados Unidos después de haber prometido apoyo indefinido hasta la derrota total de Rusia lleva a muchos países aliados de Washington –y que han aceptado poner su defensa en manos de los estadounidenses a cambio de plegarse a los intereses geopolíticos de la Casa Blanca– plantearse hasta qué punto pueden confiar en que, a la hora de la verdad, Estados Unidos les apoyará hasta las últimas consecuencias en caso de guerra con Rusia.
Según el ministro de Defensa de Estonia, Hanno Pevkur, sólo en su país se construirán cerca de 600 búnkeres de hormigón junto a la frontera con Rusia.