Polonia y Ucrania alcanzan un acuerdo para adquirir y producir armamento de forma conjunta
Tusk afirma en Kiev que «la guerra de Ucrania es una lucha entre el bien y el mal»
De visita en Kiev, la primera desde que llegó al cargo de primer ministro de Polonia, Donald Tusk despejó cualquier clase de duda respecto al apoyo de su gobierno a Ucrania en su lucha contra el invasor ruso.
Las relaciones entre Ucrania y Polonia son tirantes desde hace mes por las protestas de camioneros y productores agrícolas ucranianos por la exportación de granos y otros productos de Ucrania por vía terrestre a través de su territorio, debido al bloqueo ruso de las vías marítimas del mar Negro.
Camioneros polacos incluso llegaron a bloquear las carreteras de los pasos fronterizos en protesta porque una parte de esos granos ucranianos terminaban inundando los mercados polacos y hundiendo los precios.
En la rueda de prensa conjunta con el presidente ucraniano Volodimir Zelenski, el primer ministro polaco aseguró que tratará de «resolver estos problemas lo más rápido posible» y aseguró que ese conflicto no erosionará el apoyo polaco a la soberanía e integridad territorial de Ucrania.
«No hay cuestión más importante que apoyar a Ucrania en su esfuerzo bélico. Es la cuestión número uno para la seguridad polaca», aseguró.
No obstante, reconoció que «deben discutirse también otras cuestiones y, en concreto, lo que afecta a los intereses de los camioneros polacos. Es algo que hay que discutir con Kiev», razonó.
En cualquier caso, afirmó que Polonia no debe perder de vista los riesgos que para Polonia supone la agresión rusa de Ucrania.
«No me avergüenza utilizar estas grandes palabras: es aquí, en Ucrania, donde se desarrolla el frente mundial entre el bien y el mal», subrayó tras prometer que Polonia continuará apoyando a Ucrania.
De esta manera, Tusk y Zelenski pusieron fin a la mala relación entre ambos países debido a las tensiones ocasionadas por la exportación de grano ucraniano.
Para Kiev, las buenas relaciones con Polonia son obligadas por su posición geográfica y por su papel en la Unión Europea y, en particular, en la política hacia la Rusia de Putin.
El acuerdo implica que Varsovia y Kiev reanudan su cooperación en materia de defensa de manera más fuerte que nunca.
Se trata de una buena noticia para Ucrania en un momento en el que se enfrenta a crecientes dificultades en el campo de batalla por la falta de municiones y el bloqueo de las ayudas militares en el Congreso de Estados Unidos y en el Consejo Europeo.