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Daniela Brik
Daniela Brik

La negación y distorsión de la masacre del 7 de octubre y el Holocausto

En el país hebreo reside hoy el 49 % de los 245.000 supervivientes de la barbarie nazi aún con vida, que se reparten por 90 países

Actualizada 12:44

Soldados israelíes llevan los cuerpos de los israelíes asesinados en el kibutz de Kfar Aza, cerca de la frontera con Gaza

Soldados israelíes llevan los cuerpos de los israelíes asesinados en el kibutz de Kfar AzaEFE

El mundo conmemora este sábado, 27 de enero, el Día Internacional en Memoria de las Víctimas del Holocausto, en medio de un acusado repunte del antisemitismo y el inevitable paralelismo entre el genocidio y la peor masacre sufrida por Israel el pasado 7 de octubre a manos de Hamás.

En España la fecha, que marca la liberación del campo de concentración y exterminio de Auschwitz-Birkenau por las tropas soviéticas en 1945, se conmemora oficialmente por decimonovena ocasión. En Israel, sin embargo, la jornada en memoria de las víctimas de la Shoá (Holocausto, en hebreo) se recuerda conforme al calendario judío, una semana antes del Día de la Independencia.

A lo largo de la semana actos institucionales desarrollados en diferentes lugares del mundo han señalado la efemérides, con el foco puesto en las víctimas de la barbarie nazi, pero también en un antisemitismo que está lejos de extinguirse.

«Ninguna razón puede justificar el antisemitismo», manifestó en vísperas el cardenal secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, al reiterar los llamamientos hechos por el Papa Francisco al respecto. Y apostilló: «Creo que debemos ser muy decididos contra toda forma de antisemitismo que por desgracia está resurgiendo, también vinculado a los acontecimientos de Gaza».

Sus palabras resumen los sentimientos que atraviesa en estos momentos el pueblo judío, que contempla con horror cómo aquella consigna del «nunca jamás» acuñada tras conocerse internacionalmente las atrocidades del nazismo, no supuso un punto final, sino más bien un utópico deseo a la luz de la magnitud de la última gran masacre cometida por Hamás en el Estado judío.

Un tercio de los judíos del mundo fueron asesinados en el Holocausto. En Israel reside hoy el 49 % de los 245.000 supervivientes de la barbarie nazi aún con vida, que se reparten por 90 países, según un amplio estudio demográfico publicado esta semana conocido como Global Demographic Report on Jewish Holocaust Survivors.

Holocausto y 7 de octubre

El presidente de Yad Vashem España, filial en nuestro país del Centro Mundial de Conmemoración de la Shoá, Samuel Bengio, manifestó en un acto su preocupación por el fenómeno del antisemitismo y su relación con la crítica que afronta Israel a raíz de su intervención militar en Gaza.

«El Estado de Israel está de nuevo en guerra tras haber sufrido una agresión monstruosa con actos comparables a los que se abatieron contra el pueblo judío durante la Shoá y a los cuales dijimos nunca más», manifestó.

Señaló que poco después de la matanza se inició una «campaña antisemita global utilizando tópicos falsos», y se preguntó «¿quién recuerda a los 1.200 muertos y los 5.000 heridos víctimas de los horrores cometidos contra una población civil en apenas seis horas?».

Respecto al debate acerca de si son lícitas las equiparaciones o banalizaciones de la mayor tragedia sufrida por el pueblo judío en nuestra era, Bengio recordó que «el Holocausto judío ha sido calificado como la mayor catástrofe humana de la historia, un genocidio sin precedentes ni equivalentes a lo largo de los siglos», antes de matizar que, no surgió de la nada, sino que se trató de un proceso histórico alimentado durante siglos de antisemitismo.

«Con los eventos del pasado 7 de octubre, el nunca más ha acabado siendo una ilusión, el antisemitismo sigue presente en círculos islamistas, supremacistas, partidos progresistas e incluso en Europa por desgracia, también en los campus de las universidades más importantes del mundo», lamentó el representante de la institución internacional con sede en España.

Por su parte, la vicealcaldesa de Jerusalén, Fleur Hassan-Nahoum, invitada de honor al evento celebrado en Madrid, manifestó que lo ocurrido el 7 de octubre «ha sacudido el alma de Israel, la diáspora (judía) y el mundo entero».

Al hilo de las similitudes con el genocidio del siglo pasado, afirmó: «Muchos pensamos que el Holocausto debe considerarse un evento único y no equiparable a otras atrocidades y advertimos sobre analogías simplistas que pueden banalizar el sufrimiento de las víctimas».

Pero a renglón seguido, defendió que la masacre llevada a cabo por la organización terrorista palestina, «transformó nuestra percepción. Estos actos llevan a identificar paralelismos inevitables entre el terrorismo de Hamás y los horrores perpetrados por el nazismo».

Miembro del partido Likud que lidera el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, la vicealcaldesa exhortó a «Europa a decir '¡basta!' a esta deriva antisemita que blanquea postulados contrarios a sus valores fundamentales».

Negacionismo, antisemitismo y redes

Tal-Or Cohen, fundadora y directora ejecutiva de CyberWell, organización internacional que combate la propagación del antisemitismo en redes sociales, alertó de paralelismos preocupantes entre la negación del Holocausto y las atrocidades a manos de Hamás el 7 de octubre.

Una investigación elaborada por su organización documenta la diseminación de mensajes antisemitas en redes sociales en inglés y árabe así como la manera en que las plataformas han abordado la cuestión para poner freno a los discursos de odio.

«Cuando hablamos del 7 de octubre y su negación y distorsión constatamos que comenzó a suceder online tan pronto como el 8 de octubre. Básicamente había gente que decía que la masacre nunca había sucedido o que no había ocurrido de determinada manera», explicó Cohen en una sesión informativa con medios internacionales.

Con el objetivo de comprobar si las principales plataformas aplicaban sus propias reglas en relación a discursos de negación y distorsión considerados delitos de odio, la ONG verificó 900 ejemplos de los que seleccionó 300 para su análisis. Estos promovían claramente discursos negando o distorsionando la masacre.

«Lo reportamos y descubrimos, desgraciadamente, que este nivel específico de antisemitismo no está siendo tenido en cuenta por las plataformas, que no reconocen los mensajes como una forma de antisemitismo», subrayó.

Los autores identificaron dos «subnarrativas» principales en el discurso de negación y distorsión de los hechos ocurridos el 7 de octubre, indica. Por un lado, la aserción más extendida de que no se produjeron violaciones, pese a los testimonios y evidencias documentales. Y, en segundo lugar, que todo el ataque se trató de una manipulación en línea con teorías conspiratorias de que Israel estuvo detrás de lo sucedido, «al objeto de obtener apoyo de EE.UU. o carta blanca en su guerra en Gaza».

«En concreto, esta forma de negación de un hecho violento se produce de la misma forma en que se niega el Holocausto», señala Cohen.

Con base en los casos analizados, las redes donde más mensajes de este tipo se registraron fueron: X (47,3 %), seguida de Facebook (22 %), TikTok (17,3 %), Instagram (7,6 %) y YouTube (5,8 %), esta última con las políticas más estrictas contra la diseminación de mensajes de odio.

El 74 % de los mensajes analizados fueron en inglés, el 24 % en árabe y 2 % en otros idiomas.

Telegram, ampliamente empleada por los propios terroristas para divulgar sus atroces actos, no fue analizada para el estudio pero se constató que contenidos de esta red se direccionaron a otras, precisó la experta.

Tras las quejas elevadas por la ONG, las plataformas adoptaron medidas de remoción de mensajes negacionistas, con apenas un promedio del 8,91 %, siendo la que menos eliminó la que es propiedad de Elon Musk (2 %).

La investigadora censuró que las grandes plataformas sociales no «identifican bien» que la negación del 7 de octubre sea una forma de discurso de odio. Detalló que los mensajes analizados para la muestra, obtuvieron un visionado combinado de 25 millones de veces.

«No es sólo que las políticas no han sido aplicadas sobre la negación del 7 de octubre, sino que el contenido en sí está ganando mucho tráfico en las redes sociales. Y esa es la diferencia entre la negación del Holcoausto y el 7 de octubre», aclaró.

Matizó que la Shoá ganó predicamento entre círculos personales, pero el 7 de octubre a través de las grandes plataformas sociales, en buena medida gracias a similares mecanismos antisemitas donde encajan las teorías que sitúan a los judíos detrás del poder económico, militar y político mundial.

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