Biden medita su respuesta al ataque contra sus soldados en Jordania para evitar un conflicto directo con Irán
Se trata del primero con víctimas mortales y arrastra a Estados Unidos a una intervención en la región
La muerte de tres soldados estadounidenses por ataques de milicias proiraníes en Jordania amenaza con ampliar aún más la guerra entre Israel y Hamás, en la Franja de Gaza, y arrastrar, de nuevo, a Estados Unidos a una intervención en Oriente Medio. El ataque le pilló al presidente estadounidense, Joe Biden, en Carolina del Sur, en plena campaña. El mandatario pidió un minuto de silencio por los caídos durante un acto en el salón de banquetes de una iglesia bautista.
Al finalizar, Biden declaró «anoche tuvimos un día difícil en Oriente Medio. Perdimos tres almas valientes en un ataque a una de nuestras bases». Para, a continuación, asegurar que «responderemos». Ahora todas las miradas están puestas en cómo y dónde se producirá esta respuesta. El secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, en esta misma línea, advirtió de que «tomaremos todas las medidas necesarias para defender a Estados Unidos, nuestras tropas y nuestros intereses».
Pero, por ahora, existe un mutismo absoluto sobre las posibles «represalias». El ataque contra la base estadounidense de Al-Fanj, en la frontera jordano-siria fue reivindicado por milicias proiraníes, según revelo la agencia estatal iraní IRNA. Los ataques de esta amalgama de grupos armados contra objetivos estadounidenses en la región ha sido una constante desde el pasado 8 de octubre, coincidiendo con el inicio de la ofensiva israelí contra Gaza. De hecho, desde el 17 de octubre se ha informado de 158 incidentes en Siria e Irak, ninguno de ellos grave.
El de este domingo supone el primero con víctimas mortales, lo que implica una escalada en el conflicto, que arrastra de manera directa a Estados Unidos, principal aliado de Israel en la región. Biden que aseguró que atacarían de la misma manera, con aviones no tripulados «en el momento y de la manera que elijamos», ya se habría reunido con sus asesores y el equipo de Seguridad Nacional para discutir el tipo de respuesta, según ha informado la CNN.
La situación es extremadamente peligrosa y amenaza con desbordarse. La presión aumenta también para Biden a quien se le exige una respuesta adecuada. El senador republicano Lindsey Graham ha instado al presidente a «atacar objetivos importantes dentro de Irán, no sólo como represalia por la matanza de nuestras fuerzas, sino como disuasión contra futuras agresiones. Lo único que entiende el régimen iraní es la fuerza».
Desde la Administración Biden mantienen que responderán, pero primero deben identificar cómo y quién estuvo detrás del ataque. «Creemos que fue un solo dron. Todavía estamos trabajando en lo que sucedió y en cómo ese dron pudo atacar lo que básicamente era un barracón. Teniendo en cuenta la hora en la que tuvo lugar el ataque, la mayoría de las tropas estaba en la cama durmiendo», señaló el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, en una entrevista en la cadena MSNBC.
En otra intervención en la CNN, Kirby aseguró que desde la Administración Biden están bastante convencidos de que detrás del ataque se encuentra «Kataeb Hezbolá, uno de los principales grupos respaldados por la Guardia Revolucionaria de Irán en Irak y Siria que han estado llevando a cabo múltiples ataques de este tipo contra nuestras tropas en nuestras instalaciones».