Macron toma las riendas de la crisis de los tractores en Francia ante la incapacidad de Gabriel Attal
Tras días de permanecer en segundo plano y dar el protagonismo a su nuevo primer ministro, Macron trata de reconducir la crisis antes del Consejo Europeo extraordinario
Desde que el pasado 9 de enero el presidente francés Emmanuel Macron nombrara al exministro de Educación Gabriel Attal como primer ministro de Francia, el nuevo jefe del gobierno galo ha vivido entre elogios por su capacidad de gestión, su imagen y su juventud.
Sin embargo, la actual crisis de los agricultores en Francia, que han sitiado París y otras ciudades francesas este lunes con cientos de tractores que bloquean las principales autovías, demuestra que un país como Francia se gobierna desde el barro, y no solo con buenos trajes y sonrisas ante los flashes.
Después de semana y pico en la que Macron ha cedido todo el protagonismo a su flamante nuevo primer ministro, el presidente de la República ha decidido volver a tomar las riendas y tratar de solucionar una crisis que Attal no ha sabido abordar.
El pasado viernes 26 de enero, el gobierno francés lanzó las campanas al vuelo con un paquete de medidas que prometía poner fin a la crisis y dar a Gabriel Attal su primera gran victoria política.
La medida estrella del paquete, la suspensión del impuesto al diésel agrícola tenía la vocación de cerrar la rebelión de los tractores. Pero no fue así.
Las protestas aumentaron, y se recrudecieron con una nueva amenaza que ahora se ha cumplido: sitiar de forma indefinida la ciudad de París.
La imagen este lunes de cientos de tractores bloqueando las autovías de acceso y las vías de circunvalación parisinas es una metáfora que muestra el bloqueo del gobierno francés encabezado por Attal.
Ante esta situación, Macron ha decidido presidir él personalmente un comité de crisis con todo su gobierno previo al consejo de ministros.
A última hora de este lunes se espera que Macron vuele a Suecia para una visita de Estado, y luego viajará al Consejo Europeo extraordinario de Bruselas el jueves.
Antes de partir pretende dejar encarrilada la crisis con un presunto nuevo anuncio que debería dar respuesta a las demandas de los agricultores.
Entre las principales demandas de los sindicatos agrícolas la derogación de las medidas medioambientales adoptadas en virtud del pacto verde europeo, la reducción de la burocracia, el aumento de pensiones, medidas para eliminar la competencia desleal de productos agrícolas extranjeros o la adopción de medidas para frenar la caída de ingresos.