Biden se harta de Netanyahu y le llama «imbécil» por su estrategia en la guerra de Gaza
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, gran valedor del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, de cara a la galería, ya no oculta su desidia por las acciones de este último en la guerra en la Franja de Gaza. La tensión entre ambos ha ido en aumento desde el inicio del conflicto, el pasado 7 de octubre, hasta llegar al punto de que el mandatario estadounidense le ha llamado «imbécil» en una conversación privada con donantes de su campaña, de cara a su reelección en las elecciones de noviembre, según ha revelado la cadena de noticias NBC.
Aunque antes de la brutal masacre de Hamás, en la que milicianos islamistas mataron a 1.200 israelíes y cogieron como rehenes a más de 240 personas, y que se ha traducido en una brutal ofensiva israelí sobre el enclave, la relación entre los dos supuestos aliados no era en absoluto cercana, en la actualidad se encuentra en su punto más bajo. Biden ha insistido en múltiples ocasiones a Netanyahu que evite en la manera de lo posible las bajas civiles, aumente la entrada de ayuda humanitaria a Gaza y ponga fin, lo antes posible, a la guerra.
El mandatario israelí ha hecho oídos sordos a las peticiones. La última muestra de este distanciamiento fue el rechazo rotundo de Netanyahu a la contraoferta de Hamás para llegar a un acuerdo del alto el fuego. Al contrario, Bibi –como se conoce popularmente al primer ministro israelí– anunció el inicio de la ofensiva israelí contra Rafah, último refugio de los gazatíes. Se calcula que en esta zona del sur de Gaza se hacinan 1,3 millones de palestinos en condiciones infrahumanas. La Casa Blanca ya advirtió al país hebreo de que no apoyaría una operación militar sobre la sureña ciudad de Rafah sin un plan «creíble» de protección para los civiles. Plan que, desde el Ejecutivo de Netanyahu, todavía no se ha dado a conocer.
El número de muertos en Gaza, tras más de cuatro meses de guerra, se eleva ya a 28.340 personas, en su mayoría mujeres, adolescentes y niños, a lo que hay que sumar 67.984 palestinos heridos, según el Ministerio de Salud de Hamás. Unas cifras que le están pasando factura electoral a Biden. El papel del Ejecutivo demócrata frente a la guerra y su apoyo, aparentemente incondicional a Israel, está provocando que la popularidad de Biden entre los votantes musulmanes en Estados Unidos esté cada vez más comprometida. El presidente norteamericano ha dado cuenta de su frustración con Netanyahu y le ha señalado como «el principal obstáculo» para poner fin al conflicto, según ha revelado NBC.
Biden ha asegurado que ha intentado conseguir que Israel acepte un alto el fuego, pero que el mandatario israelí le está «haciendo la vida imposible y es imposible tratar con él». El medio estadounidense ha publicado, citando fuentes familiarizadas con el contenido de la conversación, que, durante un encuentro privado, el demócrata calificó de «imbécil» a Netanyahu hasta en tres ocasiones diferentes. Al ser preguntado al respecto, un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional prefirió quitar hierro al asunto y subrayó que los líderes mantienen una relación «respetuosa». Pero, matizó, que el presidente estadounidense «ha sido claro en sus discrepancias con el primer ministro Netanyahu».
Sin ir más lejos, el pasado jueves, Biden tildó de «exagerada» la ofensiva militar sobre Gaza como respuesta a la masacre de Hamás, el pasado 7 de octubre. Otras declaraciones, en el mes de diciembre, ya provocaron un gran distanciamiento entre Estados Unidos e Israel. El presidente estadounidense advirtió a Netanyahu de que estaba perdiendo el apoyo internacional a causa de sus «bombardeos indiscriminados» contra Gaza y le recomendó cambiar de aliados en el Gobierno. En este sentido, Biden aseguró que el actual Ejecutivo israelí es «el más conservador» de su historia y lamentó que no considerara la solución de dos Estados.
A pesar de que la retórica del demócrata es cada vez más beligerante contra Netanyahu, esto no se refleja en el plano político, siendo el principal valedor tanto económico como diplomático del Estado judío. Estados Unidos es el mayor suministrador de armas de Israel y ha bloqueado, de manera constante, las resoluciones en el seno de Naciones Unidas que exigían un alto el fuego en Gaza. En resumen, para Biden, «Bibi empezó muy bien, pero últimamente es un grano en el culo», recoge la cadena estadounidense.