Una ola conservadora recorre Europa: así cambia el continente con el éxito de los partidos de derecha
Los partidos socialistas e izquierdistas se enfrentan a un retroceso electoral en todo el continente europeo que podría consolidarse con las próximas elecciones al Parlamento Europeo
Finlandia optó por mantener a la derecha conservadora al frente del gobierno y dio la victoria electoral en las presidenciales del domingo a Alexander Stubb, que será el nuevo jefe de Estado en sustitución del también conservador Sauli Niinistö.
Elecciones presidenciales en Finlandia
Finlandia apuesta por la continuidad y elige presidente al conservador Alexander Stubb
De este modo, el país escandinavo mantiene el eje conservador con el gobierno, encabezado por el primer ministro de centroderecha Petteri Orpo, y deja definitivamente atrás gobiernos socialdemócratas, el último de los cuales encabezó la izquierdista Sanna Marin.
Las erráticas políticas de Marin, su inexperiencia y las pifias que protagonizó supusieron la puntilla a la izquierda en Finlandia. El país está embarcado en una etapa conservadora que promete ser larga.
Sin embargo, no es la excepción en Europa. El continente atraviesa una ola conservadora que, de un modo u otro, está llevando a numerosos gobiernos a estar controlados por partidos de centroderecha y derecha.
Allí donde el gobierno se mantiene en manos de partidos de izquierda, la derecha se mantiene como una fuerte oposición con amplio poder territorial, es el caso de España.
En nuestro país gobierna el Partido Socialista en coalición con un amplio abanico de pequeños partidos de extrema izquierda e independentistas.
Pero es la derecha la corriente mayoritaria en las Cortes, aunque insuficiente para gobernar, además de mantener un poder territorial sin precedentes en España. El Partido Popular, en solitario o en coalición con VOX, gobierna en 13 de las 17 comunidades y 2 ciudades autónomas.
El Partido Socialista únicamente gobierna en tres comunidades autónomas, mientras que en las otras tres gobiernan partidos nacionalistas e independentistas aliados del PSOE.
En Italia, Giorgia Meloni, sostenida por un tripartito de derechas del que forman parte Fratelli d’Italia, Forza Italia y la Lega, gobierna con éxito y sin sobresaltos desde octubre de 2022.
Su popularidad es alta, no tiene grandes incendios en la coalición y la oposición aún no ha encontrado el punto débil donde poder atacar. Todo parece indicar que hay gobierno de derechas en Italia para años.
En Alemania gobierna el canciller socialdemócrata Olaf Scholz tras décadas de gobierno de la demócrata cristiana Angela Merkel.
Las políticas respecto a su predecesora no son muy distintas. De hecho, Merkel ha gobernado en coalición con socialdemócratas y liberales, y el mismo Scholz fue vicecanciller y ministro de Finanzas con Merkel.
Sin embargo, Alemania se asoma a un punto de inflexión sin precedentes desde la reunificación con la Alemania oriental en los años 90.
El partido de derechas Alternativa para Alemania (AfD) no deja de crecer y podría ser la gran sorpresa en las próximas elecciones al Parlamento Europeo.
Por el momento, la AfD sería, según sondeos de opinión, la primera fuerza en al menos tres estados alemanes.
El éxito es tan arrollador que la izquierda ha iniciado una serie de movilizaciones en varias ciudades alemanas para pedir su ilegalización con acusaciones de ser un partido extremista y golpista. Por el momento, sin embargo, la AfD no deja de ganar potenciales votantes.
Desde octubre de 2023 gobierna en Eslovaquia el primer ministro Roberto Fico al obtener una victoria en las pasadas legislativas al frente de una coalición de derechas denominada Voz de los Demócratas.
Fico está alineado con el primer ministro húngaro Viktor Orbán, y con el partido del presidente de Polonia, Andrzej Dudam Ley y Justicia (PiS).
En Hungría gobierna desde mayo de 2010 el conservador Viktor Orbán, que se ha convertido en el gran contrapeso a las políticas socialdemócratas de la Comisión Europea sostenida por una coalición de populares, socialistas y liberales.
Polonia es una de las excepciones donde las políticas socialdemócratas, curiosamente de la mano de un primer ministro de centrista como es Donald Tusk que incluso llegó a presidir el Partido Popular Europeo, han regresado tras ocho años de políticas conservadoras.
Tusk desplazó del gobierno al ganador de las elecciones, el candidato del PiS, Mateusz Morawiecki, apoyado en una coalición de su partido –que ya es una amalgama de formaciones de izquierda y derecha liberal– con partidos de izquierda.
Sin embargo, Ley y Justicia mantiene la jefatura del Estado y un poderoso grupo parlamentario que funciona de contrapeso. Las manifestaciones masivas contra la detención de exministros del anterior gobierno de Morawiecki demuestra la fortaleza que el PiS mantiene en la calle.
Por otro lado, la indefinición ideológica de Tusk y su alianza de gobierno probablemente escoren a Polonia de nuevo a la derecha. Ley y Justicia es uno de los partidos que se espera den una fuerte sorpresa en las próximas europeas.
En Francia, la Agrupación Nacional de Marine Le Pen, eterna aspirante a la presidencia de la República siempre desplazada por el sistema de dos vueltas que concentra el voto izquierdista en el liberal Macron, ha experimentado un crecimiento inusitado que podría romper ese círculo vicioso.
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En Portugal, donde se celebran elecciones en marzo de 2024 después de la aparatosa dimisión del primer ministro António Costa, se espera que la derecha vuelva a hacerse con el gobierno.
El partido de centro derecha Alianza Democrática lidera las encuestas por delante de los socialistas, mientras que la derecha patriótica de Chega, cercano a VOX, ha experimentado un gran crecimiento. El giro a la derecha de Portugal se da ya por descontado.
En Suecia los centroderechistas del Partido Moderado quedaron segundos en las elecciones, pero el apoyo del bloque de partidos de derecha permitió a su líder Ulf Kristersson ser nombrado por el Parlamento nuevo primer ministro y poner fin a años de gobiernos socialdemócratas.
El deterioro de la seguridad, que ha convertido a uno de los países más seguros de Europa a uno de los más peligrosos, y que muchos atribuyen a la política migratoria defendida por los gobiernos izquierdistas, ha sido la palanca del cambio.
En Países Bajos el derechista Geert Wilders se alzó con la victoria electoral el 22 de noviembre de 2023 en unas elecciones históricas.
Sin embargo, el cordón sanitario constituido por las demás fuerzas alrededor del Partido de la Libertad ha imposibilitado la formación de gobierno y abocan al país a una posible repetición electoral.