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Rocío San Miguel, activista hispanovenezolana encarcelada por el régimen de MaduroIvan Reyes / AFP

Venezuela

El régimen de Maduro allana la vivienda de la hispanovenezolana Rocío San Miguel

La presidenta de la organización civil Control Ciudadano fue detenida el viernes pasado en el aeropuerto internacional de Maiquetía, pero su arresto fue confirmado hasta el domingo

El equipo legal de la activista hispanovenezolana Rocío San Miguel, detenida desde el pasado viernes por estar «presuntamente vinculada» con una trama conspirativa para asesinar al dictador Nicolás Maduro, denunció la noche del miércoles el allanamiento de la vivienda de la también abogada.

«Tememos que pudieran estar sembrando evidencias», dijo la defensa de la activista, presidenta de la ONG Control Ciudadano, que denunció que el allanamiento se llevó a cabo a partir de las 18.55 hora local.

Señaló que en el lugar se encontraba Miranda Díaz San Miguel, hija de la activista, quien también fue detenida, aunque posteriormente excarcelada con «prohibición de salida del país» y «de declarar a los medios», junto con otros tres allegados de la defensora de DD.HH., entre ellos dos hermanos.

El martes, los tribunales decretaron la privación de libertad contra la activista, así como también contra Alejandro José González Canales, expareja de San Miguel, según confirmó uno de los abogados.

La presidenta de Control Ciudadano fue detenida el viernes pasado en el aeropuerto internacional de Maiquetía, que sirve a Caracas, pero su arresto fue confirmado el domingo por el fiscal, Tarek William Saab, por lo que su defensa insiste en que se trata de una «desaparición forzosa».

Sin embargo, el fiscal negó este miércoles que se haya configurado una «desaparición forzada», y aseguró que se procedió a la detención porque la activista «aparece textualmente mencionada» en una orden de operaciones de la trama conspirativa denominada 'brazalete blanco', con la que supuestamente se pretendía atentar contra el jefe de Estado y otros altos funcionarios.

Una treintena de miembros de organizaciones defensoras de los derechos humanos en Venezuela rechazaron la detención de la activista, un hecho que catalogaron como un «ataque feroz» al espacio cívico y a los defensores de derechos humanos.