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La corbeta Sergei Kotov en una imagen de archivoRedes sociales

Ucrania inutiliza el 33 % de la Flota rusa del Mar Negro con sus drones navales Magura V5

La Flota rusa no da con la clave para proteger a sus buques de la creciente amenaza que representan los drones navales ucranianos

El último peón ha sido la moderna corbeta rusa Sergei Kotov, hundida por drones navales ucranianos el martes frente a la Crimea ocupada.

La Flota rusa del Mar Negro no levanta cabeza. El éxito de Ucrania al hundir sus más poderosos buques demuestra que las reglas de la guerra naval han cambiado. Tener buques fuertemente armados y modernos ya no implica necesariamente superioridad naval.

La experiencia ucraniana está demostrando que los buques deberán desarrollar y dotarse de nuevos sistemas que les permita combatir los drones navales que se han alzado como una poderosa herramienta para combatir flotas superiores en condiciones de inferioridad.

Sin Flota, solo con ingenio y aprovechando bien los escasos recursos disponibles, Kiev ha logrado poner a raya a los buques rusos y reabrir sus vías marítimas de exportación de grano.

El Centro de Comunicaciones Estratégicas de las Fuerzas Armadas de Ucrania señaló que habían inutilizado alrededor del 33 % de los buques de la Flota rusa del Mar Negro.

Al menos, 24 buques de superficie y un submarino han sucumbido a los ataques ucranianos. Entre ellos, cruceros lanzamisiles como el Moskva, buques logísticos, patrulleras y corbetas.

El arma empleada fueron los efectivos drones navales Magura V5, diseñados y fabricados por Ucrania.

El buque sufrió daños graves en los costados, tanto a babor como a estribor. Por el momento, el balance de bajas rusas es de siete marineros muertos y seis heridos. El propio GUR reconoció que las fuerzas rusas lograron evacuar a otros 52 miembros de la tripulación.

Junto al buque se perdieron también los helicópteros Ka-29 y Ka-27 que portaba a bordo. Según el Intitute for the Study of War (ISW), el hundimiento del buque implica la pérdida de 65 millones de dólares.

El Sergei Kotov era un viejo objetivo de las fuerzas ucranianas. El hecho de que fuera uno de los buques más modernos de la Flota rusa y la tecnología puntera que portaba convertiría su destrucción en un símbolo de la debilidad rusa en el mar.

Antes de su hundimiento, Kiev ya había intentado destruirlo en cuatro ocasiones fallidas entre julio y septiembre de 2023.