Estados Unidos esboza planes alternativos para evitar que Israel lance una invasión total sobre Rafah
Washington ya advirtió al primer ministro israelí que una operación a gran escala sobre esta ciudad fronteriza con Egipto era una «línea roja»
Estados Unidos quiere evitar a toda costa que Israel lance su invasión sobre la ciudad sureña de Rafah, en la frontera con Egipto. El Gobierno de Benjamin Netanyahu había puesto una fecha límite a la operación militar contra el último refugio para más de la mitad de los gazatíes, que ya no saben dónde resguardarse de la guerra en la Franja de Gaza. Este día, marcado con temor en el calendario de los palestinos, era el 10 de marzo, coincidiendo con el inicio del Ramadán, el mes más sagrado para los musulmanes.
Israel no ha cumplido, por ahora, su amenaza, pero insiste en que más pronto que tarde, las tropas y carros de combate israelíes entrarán en Rafah. La Organización de Naciones Unidas (ONU) denunció que «ningún lugar es seguro» en el enclave palestino y un informe, hecho público ayer, alertaba de un riesgo de «hambruna inminente», sobre todo, en el norte de Gaza. Washington quiere evitar que la imagen de Israel se vea aún más dañada en la esfera internacional si finalmente cumple su amenaza y ha esbozado «planes alternativos» para que el país hebreo pueda seguir persiguiendo a Hamás, pero sin tener que lanzar una gran operación terrestre en Rafah, según revela el diario The Times of Israel.
A pesar de que la distancia que separa al primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, es cada vez mayor. Este último decidió dar su brazo a torcer, este lunes, y descolgó el teléfono para mantener una conversación con su gran aliado en Oriente Medio. Las diferencias entre ambos mandatarios se hicieron palpables. Biden confesó al que en su momento llegó a calificar como «amigo» que la invasión de Rafah era un «error» y pidió que se permitiera la entrada de más ayuda humanitaria al enclave. «Los objetivos que Israel quiere conseguir en Rafah pueden alcanzarse por otros medios», reiteró la Casa Blanca, en un comunicado. Para discutir estas vías alternativas, el mandatario estadounidense invitó a una delegación israelí a Washington para discutir los planes.
Netanyahu aceptó la invitación, pero se mantuvo firme en su postura. El primer ministro israelí reiteró su compromiso de «eliminar a Hamás». Washington advirtió de que la invasión de Rafah era una «línea roja», aunque sin llegar a aclarar qué pasaría si Israel la traspasa. Para tener que evitar este quebradero de cabeza, Estados Unidos presentará a Israel, la semana que viene, un plan de actuación en Gaza. La Administración de Biden plantea una mayor seguridad y militarización del polémico corredor Philadelphi –línea divisoria entre la Franja y Egipto– para acabar con el contrabando de armas. Un alto funcionario estadounidense, citado por el diario israelí, asegura que para conseguir este objetivo es necesario llegar a un acuerdo con El Cairo.
Estados Unidos, Egipto e Israel, siguiendo este plan, trabajarían juntos para crear una zona de seguridad a través del corredor, incrementando la presencia militar para acabar con el suministro de armas y equipamiento desde el país norteafricano al enclave palestino. Washington es consciente de que esto no será suficiente para contentar a Israel, por ello, asegura el diario israelí, dará luz verde a «operaciones más selectivas» contra los líderes de Hamás, que se estarían escondiendo en Rafah. En el encuentro, la Administración Biden pretende, además, conseguir alguna compensación como un aumento en el flujo de ayuda humanitaria que entra al enclave palestino.
Blinken en Oriente Medio
En un nuevo esfuerzo por impulsar las conversaciones para un alto el fuego en Gaza entre Israel y Hamás, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, inició ayer una nueva gira por Oriente Medio. Las negociaciones continúan en Doha y, aunque los mediadores se muestran optimistas, «aún es pronto» para decir que «estamos cerca de un acuerdo», declaró ayer el portavoz del Ministerio de Exteriores qatarí, Majed al Ansari. Blinken aterrizó ayer en Arabia Saudí donde se reunió con las autoridades del país árabe para abordar la situación en Gaza, antes de poner rumbo a Egipto, que se será su próximo destino. Por último, visitará Israel, que marcará el fin de esta breve gira.