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Ursula von der Leyen y Charles Michel buscan la fórmula para que Europa se rearme rápidamenteAFP

La UE insiste en que los civiles deben prepararse para la defensa ante la amenaza rusa

El Consejo Europeo adoptó medidas para fortalecer las capacidades militares europeas en un contexto de cada vez mayor inestabilidad por la guerra de Ucrania

La Unión Europea ha dejado de lado sus remilgos pacifistas y, consciente de la gravedad de la amenaza que implica el expansionismo ruso en Ucrania, insiste en que los civiles europeos deben prepararse para la guerra.

Declaraciones del presidente francés Emmanuel Macron, o de la primera ministra estonia Kaja Kallas van en esa línea.

Pero los llamamientos explícitos para prepararse para la guerra en boca de la presidenta de la Comisión Europea Ursula von der Leyen y del presidente del Consejo Europeo Charles Michel indican que Europa se toma muy en serio la amenaza, y está decidida a tomar cartas en el asunto, por dolorosas que puedan resultar.

El 29 de febrero, en un discurso ante el Parlamento Europeo, Von der Leyen declaró que «no se deben exagerar los riesgos de guerra, pero sí debemos prepararnos para ella» y añadió que «tenemos que actuar rápido. Puede que la amenaza de guerra no sea inminente, pero no es imposible».

El 19 de marzo fue el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, quien en un artículo publicado en varios medios de comunicación llamó al rearme de Europa: «Si queremos la paz, tenemos que prepararnos para la guerra».

En una rueda de prensa conjunta con el expresidente de Finlandia Sauli Niinistö previa a la reunión del Consejo Europeo del 21 de marzo, centrada en seguridad y defensa, Von der Leyen volvió a expresar su preocupación por el estado de preparación y mentalización de la población civil europea ante la amenaza que implica la guerra en Ucrania.

La presidenta de la Comisión encargó al expresidente finlandés «elaborar un informe sobre la preparación y disponibilidad de los civiles europeos para la defensa».

Una situación urgente

El Consejo Europeo sobre seguridad y defensa arrojó en sus conclusiones varias claves sobre la cuestión ucraniana.

En primer lugar, se reiteró el apoyo de la Unión Europea «con más firmeza que nunca a la independencia, la soberanía y la integridad territorial de Ucrania dentro de sus fronteras internacionalmente reconocidas. Rusia no debe vencer».

«Dado lo urgente de la situación, la Unión Europea está resuelta a seguir prestando a Ucrania y a su población todo el apoyo político, financiero, económico, humanitario, militar y diplomático necesario durante el tiempo que haga falta y con la intensidad que se precise».

El Consejo Europeo aseguró que comprende la necesidad urgente que tienen las fuerzas ucranianas de sistemas de defensa antiaérea, munición y misiles, y aseguró que «la Unión Europea y los Estados miembros acelerarán e intensificarán la entrega de toda la asistencia militar necesaria».

En cuanto a la financiación de las necesidades militares de Ucrania, el Consejo Europeo acordó un estudio «para dirigir los ingresos extraordinarios procedentes de los activos retenidos de Rusia en beneficio de Ucrania, lo que incluye la posibilidad de financiar el apoyo militar».

Asimismo, el Consejo Europeo anunció un nuevo paquete de sanciones contra Rusia, el décimo tercero, para «debilitar la capacidad de Rusia para continuar librando su guerra de agresión, en particular mediante el refuerzo de las sanciones».

Por otro lado, la Unión Europea acordó «aumentar globalmente su preparación y sus capacidades en materia de defensa para que estén a la altura de sus necesidades y aspiraciones en un contexto en el que las amenazas y los retos en materia de seguridad son cada vez mayores».

El Consejo Europeo acordó que los Estados se comprometan a «aumentar sustancialmente el gasto en defensa, e invertir mejor y más rápido juntos».

Acordó también «mejorar el acceso de la industria europea de defensa a la financiación pública y privada», así como «incentivar el desarrollo y las adquisiciones conjuntas para paliar las carencias en materia de capacidades esenciales de la Unión».

Europa llega tarde

Son medidas todas ellas para paliar el anquilosamiento militar de Europa tras décadas de políticas antimilitaristas, campañas de desprestigio de la cultura de defensa, eliminación del servicio militar obligatorio, reducción de los presupuestos en Defensa y adelgazamiento de los Ejército europeos en el convencimiento de que una nueva guerra en Europa sería imposible.

Todo ello ha dado como resultado varias generaciones de europeos indiferentes a las cuestiones de Defensa.

Por el contrario, Rusia ha aprendido de sus errores en los primeros meses de guerra, ha solventado muchos de los problemas que causaron su derrota en la batalla de Kiev y en la ofensiva de Jarkov, ha logrado esquivar las sanciones internacionales y su industria militar y capacidad de reclutamiento funcionan ya a pleno rendimiento.

Rusia es una potencia en pie de guerra, y en frente tiene a una Europa que se despereza y trata de llegar a un consenso sobre cómo financiar su rearme.