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El primer ministro británicoRishi Sunak sostiene un lanza cohetes antitanques NLAW

El primer ministro británicoRishi Sunak sostiene un lanza cohetes antitanques NLAWAFP

Rusia y la OTAN se preparan para un conflicto convencional a gran escala en territorio europeo

La Unión Europea parecen haberse convencido de que la guerra entre Rusia y la OTAN en territorio europeo parece inevitable

Pasado el trámite electoral, Rusia se prepara para abrir una nueva etapa en la guerra en Ucrania en la que tratar de dar un impulso definitivo a su invasión.

En los últimos días, inmediatamente después de la votación presidencial de la que salió reelegido Vladimir Putin, varios indicios apuntan a que Moscú está preparando el terreno para una gran movilización militar que superaría con creces la movilización parcial decretada en el último tramo de 2022.

Esos mismos indicios indican a que los preparativos no se limitan solo a tratar de lograr una victoria decisiva a corto-medio plazo en Ucrania, sino que la Federación Rusa se está preparando para una guerra directa con la OTAN, ante el convencimiento de que ese choque será inevitable.

La misma retórica de los mandatarios rusos, con constantes referencias y amenazas a ataques nucleares, y los ataques híbridos contra países cercanos sean o no miembros de la Unión Europea, en especial Moldavia, las repúblicas bálticas y Polonia, parecen indicar que se está preparando el terreno para la guerra.

Según el Institute for the Study of War (ISW), cercano al Pentágono, «Rusia se está preparando para un conflicto convencional a gran escala con la OTAN», y señala indicadores financieros, económicos y militares que apuntan a esa dirección.

Matiza que dicho conflicto no se producirá de manera inmediata, pero sí antes de lo que muchos analistas profetizan.

Según el ISW, tras su victoria electoral, Putin se reunió con los portavoces de la Duma Estatal y anunció un nuevo plan para desarrollar la economía rusa.

En ese sentido, el Kremlin estaría tratando de estabilizar la situación financiera de Rusia a largo plazo con un plan expansivo de gasto público que permita sostener la guerra a largo plazo.

El think tank estadounidense señala que será la cuestión financiera la que defina si habrá o no guerra con la OTAN. Si Putin logra desarrollar la economía rusa y cuenta con fondos suficientes para destinar a los esfuerzos militares, entonces es probable que decida aumentar su desafío imperialista más allá de Ucrania.

«Lo más probable es que los intentos de Putin de establecer condiciones para estabilizar la economía y las finanzas de Rusia forme parte de los preparativos para un posible conflicto a gran escala con la OTAN y no sólo para una guerra prolongada en Ucrania», apunta el informe.

Otro indicio lo constituye las reformas estructurales adoptadas en el Ejército ruso para permitir que Rusia pueda mantener sus esfuerzos bélicos en Ucrania y, al mismo tiempo, impulsar sus capacidades convencionales a largo plazo de cara a una guerra con la OTAN.

En una reunión con la junta directiva del ministerio de Defensa ruso, el ministro Sergei Shoigu anunció la creación de dos ejércitos de armas combinadas, 14 divisiones y 16 brigadas antes de finales de 2024.

Se trata de un indicio claro de que Rusia se prepara para un conflicto largo ya que, en ese momento, carece de personal para crear ninguna de dichas unidades, lo que apunta a una inminente movilización masiva de la población rusa.

Europa se mentaliza

Mientras tanto, los líderes europeos parecen mentalizados de que la guerra con Rusia es inevitable.

Pocas imágenes mejores para ilustrarlo que la fotografía que abre esta crónica donde aparece el primer ministro británico, Rishi Sunak, empuñando sonriente un lanza cohetes antitanques NLAW.

Sin ir más lejos, el presidente polaco, Andrzej Duda, afirmó en la CNBC que Putin está profundizando en su economía de guerra para atacar a la OTAN en 2026 o 2027.

El presidente polaco no es el único líder europeo que ha empezado a preparar a la población para una guerra con Rusia.

El presidente francés, Emmanuel Macron, es que más decisivo se ha mostrado respecto a la necesidad de garantizar que Putin pierda la guerra, y llegó a plantear el envío de tropas francesas sobre el terreno.

En una entrevista televisiva, Macron aseguró que está «listo para poner todos los medios necesarios para que Rusia no gane la guerra en Ucrania».

El presidente francés, junto con el canciller alemán, Olaf Scholz, y el primer ministro polaco, Donald Tusk, se han comprometido a impulsar una coalición de misiles y municiones de artillería para Ucrania.

Polonia y Alemania han acordado la creación de forma conjunta de un cuerpo acorazado de reacción rápida en una coalición abierta a otros países de la OTAN.

La primera ministra estonia, Kaja Kallas, advirtió que si Putin fana la guerra «tendremos que estar todos muy preocupados».

Durante un discurso ante el Parlamento Europeo, la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, llamó a prepararse para la guerra: «No se deben exagerar los riesgos de guerra, pero sí debemos prepararnos para ella».

En palabras similares se expresó el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, en un artículo publicado en varios medios de comunicación europeos: «Debemos estar preparados para la defensa y pasar a un modo de economía de guerra». «Si queremos la paz, tenemos que prepararnos para la guerra».

Parece que en la Unión Europea –que acaba de aprobar una ayuda militar a Ucrania por valor de 5.000 millones de euros– se ha convencido de que la guerra entre Rusia y la OTAN es ya irreversible y ha empezado a preparar a las poblaciones para ello.

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