Declaración de principios en Subiaco: ¿vuelta a los orígenes de Europa?
La Carta de Valores trata de reflejar los principios y valores que guiarán la acción política de los conservadores europeos dentro del marco de la Unión Europea
El valle italiano de Subiaco tiene una especial resonancia en la historia espiritual de Europa. Fue allí donde san Benito fundó una comunidad de doce pequeños monasterios, cada uno con un abad, todos bajo la misma guía espiritual. Esta experiencia de vida religiosa se prolongó durante casi treinta años y con ella dio comienzo la vida monástica en Occidente. Actualmente, de esos primeros doce monasterios sólo se mantiene el de Santa Escolástica, considerado el monasterio benedictino más antiguo del mundo por contar con un núcleo arquitectónico original que data del siglo VI.
Una representación de los eurodiputados del grupo político ECR (European Conservatists and Reformists) viajaron hasta Subiaco el pasado 21 de marzo y reunidos en la abadía benedictina firmaron una Carta de Valores que reafirma su compromiso con los valores fundamentales de la familia política conservadora. Estos delegados se reunieron en Subiaco para asistir al evento «Arraigados en principios, un futuro más fuerte – El legado de San Benito en los valores del conservadurismo europeo» donde se debatieron los valores fundamentales de su familia política, y la forma de implementarlos en sus decisiones políticas, o al menos inspirarse en ellos. Aprovecharon para participar en las celebraciones locales en honor a San Benito de Nursia.
En su intervención en el evento de hoy, el copresidente de la ECR, Nicola Procaccini, también conocido como el hombre de la Primera Ministra italiana Giorgia Meloni en Bruselas, recordó el legado de San Benito en Europa: «El día que celebramos a San Benito, patrón de Europa, estamos aquí para recordar que Europa nació gracias a los benedictinos que preservaron la cultura clásica y religiosa de Europa, creando una verdadera unidad política. Una unidad política que hoy ha olvidado a estas enseñanzas y no otorga al Patrón de Europa el debido reconocimiento dentro de los muros del Parlamento en Bruselas».
Procaccini subrayó la importancia de proteger los valores centrales y conservadores de la Europa actual: «Nosotros, los conservadores, queremos proteger los valores clásicos y las raíces judeocristianas que son decisivas para la futura formación de la UE. Olvidar el pasado, según la corriente principal de la 'cultura de la cancelación', significa poner en peligro el futuro».
En un momento en que la cultura conservadora clásica se ve desafiada por la creciente imposición de una ideología woke, el Grupo ECR se ha unido para reafirmar la importancia de preservar los valores fundamentales que caracterizan nuestro pensamiento europeo.
La Carta de Valores de los Conservadores Europeos es el documento de referencia en el que se explicitan una serie de principios fundamentales desglosados en doce puntos, que definen el conservadurismo dentro de la UE y el compromiso del grupo político de tratar de promover la estabilidad política, la justicia y la paz para todos los ciudadanos de la UE.
El documento comienza destacando que Europa es sobre todo un concepto histórico y cultural. A continuación se desglosa esta idea en una serie de puntos que profundizan en su significado de manera práctica. Por ejemplo, se señala la importancia de preservar la herencia cultural y los valores tradicionales europeos, se reconoce la necesidad de mantener un equilibrio entre tradición y progreso, promoviendo la diversidad de pensamiento y el diálogo abierto. Enfatiza la necesidad de alinear el progreso con consideraciones éticas aludiendo expresamente al papel de la fe y la moralidad en la sociedad. Aludiendo al medio ambiente, el documento aboga por una conservación ambiental que incluya el papel integral de los seres humanos en los ecosistemas, garantizando el derecho a la vida, el apoyo a la familia y a la paternidad, y a un nivel superior, a buscar siempre la resolución pacífica de conflictos. La Carta menciona la importancia de la familia tradicional como base de la sociedad y señala su preferencia por un sistema educativo basado en la excelencia y el pensamiento crítico. Finalmente señala la importancia de centrarse en cuestiones esenciales que afectan a las comunidades en lugar de distraer las decisiones políticas en derivas ideológicas.
La Carta trata de reflejar los principios y valores que guiarán la acción política de los conservadores europeos dentro del marco de la Unión Europea, proporcionando una referencia coherente para la toma de decisiones y la formulación de políticas en diversos ámbitos. Tanto la fecha como el lugar elegidos para la firma de la Carta y la jornada de intercambio y estudio en que se enmarca, parecen toda una declaración de intenciones del grupo ECR con vistas a las próximas elecciones europeas que predicen un aumento de su representación en la Eurocámara.