Biden interrumpe su descanso y regresa de urgencia a Washington ante la inminencia del ataque de Irán a Israel

Joe Biden interrumpió su día libre y regresó de urgencia a la Casa Blanca para presidir una reunión del equipo de seguridad nacional en la que también estará presente el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, informó la Casa Blanca.

Según el comunicado del gobierno de Estados unidos, el motivo de la reunión es consultar al equipo de seguridad nacional «sobre los acontecimientos en Oriente Medio», en medio del aumento de tensión entre Israel e Irán.

El presidente de Estados Unidos abandonó su residencia de la playa en Delaware y regresó a Washington para seguir en persona los acontecimientos en Oriente Medio.

Este movimiento de Biden es uno de los indicios más fuertes de que el ataque podría ser cuestión de horas.

Las Fuerzas de Defensa de Israel emitieron una alerta, difundida también por sus redes sociales, donde señalan que «después de evaluar la situación se determinó que a partir de las 23:00 de esta noche se realizarán cambios en las directrices defensivas».

Ese comunicado implica que el Ejército de Israel cuenta con que el ataque iraní podría tener lugar esta misma noche.

El gobierno de Israel también ha suspendido las clases en las escuelas y ha pedido a los hospitales que se preparen para recibir heridos.

Según la información disponible por los servicios de inteligencia, el ataque podría consistir en un bombardeo con misiles balísticos, frente a los que la Cúpula de Hierro es ineficaz, y drones suicidas contra varios objetivos en todo Israel.

Irán podría servirse también de sus grupos delegados en la región, los llamados proxies, como Hezbolá en Líbano o los hutíes en Yemen, para realizar un ataque desde varios frentes.

Desde hace días los servicios de inteligencia estadounidenses han advertido de la inminencia de un ataque iraní contra Israel como respuesta al ataque del 1 de abril contra la embajada iraní en Damasco, en el que murieron siete oficiales de la Guardia Revolucionaria.

Las Fuerzas de Defensa de Israel advirtieron también, por medio de su portavoz, Daniel Hagari, que Irán «sufrirá las consecuencias de su decisión de agravar la situación».

Otro indicio de la inminencia de un ataque fue el secuestro este sábado por parte de la Guardia Revolucionaria de Irán en el gofo Pérsico de un buque con bandera portuguesa contratado por una compañía con sede en Mónaco, pero propiedad de un empresario israelí.

Estados Unidos ha desplazado a la zona varios buques de guerra y efectivos adicionales para hacer frente a la crisis.

El ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant, afirmó que se han preparado para hacer frente al posible ataque: «En los últimos días hemos fortalecido nuestro esquema defensivo y ofensivo y estamos decididos a tomar todas las medidas necesarias para defender a los ciudadanos», aseguró.