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Zoé Valdés
CrónicaZoé Valdés

Havin Bank, el banco de los Castro

Resulta curioso que mientras en Cuba, Fidel Castro y el Che Guevara, cerraban los bancos a la población ellos afuera se habían abierto uno

Actualizada 04:30

Fidel Castro y Lula da Silva durante su encuentro en 2003

Fidel Castro y Lula da Silva durante un encuentro en 2003El Debate

Recientemente la periodista cubana Camila Acosta ha publicado un excelente artículo sobre los negocios más recientes del castrismo. Pero, los negocios del castrismo se remontan a los primeros años revolucionarios, cuando iban haciéndose los «bolaechurres» –aunque no han cambiado tanto en cuestiones de aseo–, y ya inauguraban bancos nada más y nada menos que en la City, en Londres.

En otro artículo del 2020 publicado por Cubanet, ya se mencionaba el tema del Havin Bank, y de que el dinero de los Castro pasa por Londres desde 1973, lo que también había sido investigado con posterioridad por el historiador Hugh Thomas, aunque no dio tiempo a que apareciera en su libro ‘Cuba. La lucha por la libertad’ (edición revisada y ampliada, 2011). Havin Bank es una entidad apenas conocida entre los cubanos, pese a acumular décadas de operaciones, con cientos de miles de activos diseminados por el mundo.

Pero incluso en ese artículo, no así en el libro de Thomas, se ha dejado afuera a un militar retirado holandés, casado con una cubana sandunguera, con quién si no.

Esta cubana salsosa y su esposo holandés vivían en una gran mansión de su propiedad, en una isla de Miami. Para llegar a ella había que atravesar un puente sobre el mar. Una tarde, delante de unos invitados, la mujer, que de soltera trabajaba en la tienda Flogar, como vendedora, se le fue la lengua al contar sus recién adquiridas cuantiosas riquezas, sin percatarse de que se pudiera hacer una lectura política de todo aquello.

Esa enorme mansión, centro de jugosos negocios en Miami, en realidad se conectaba con una verdadera dirección en una isla -o islas británicas: Guernsey y/o Jersey, las dos islas offshore donde el holandés de marras cuidaba el dinero de Cuba, o sea, el de Fidel Castro, quien había puesto toda su confianza en este señor.

Claro, con todos esos datos los allí presentes se olieron la tracamandanga de estos ladrones de Cuba.

El holandés existía, pero estaba protegido por esa chusma diligente de Londres que protegía, protege, y hace negocios con la chusma dirigente de allá de la isla del espanto y con los comunistas del mundo, también con los capos de la droga que, como quien dice, no se escribe igual, pero es la misma cosa.

Por suerte, ya se investiga el dinero lavado y, claro, Cuba lo movió, no se sabe hacia dónde, pero viendo lo mal que les va, parece que se lo han congelado en algún paraíso fiscal. El Havin Bank es en una oficinita en un 4to piso en la City, en Londres; se supone que sea un front para cubrir la caca.

Lo que resulta curioso es que mientras en Cuba, Fidel Castro y el Che Guevara, cerraban los bancos a la población, impusieron un cambio de moneda para empobrecerla de un tajo, y confiscaron propiedades y el producto de sus trabajos, ya ellos afuera se habían abierto un banco, que por mucho que quieran algunos creer, muy revolucionario, proletario, y amigo de los pobres no era, ni es.

Hace tres años que el nombre de Havin Bank fue actualizado por Estados Unidos, aquí la prueba en un vídeo:

De una antigua y fructífera relación del HSBC Bank con Fidel Castro, probablemente escriba en otro momento.

Y esto es sólo de lo que es público y sabido. Por los nombres, los habría dado, sino fuera que por algo será que se han debido ocultar.

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