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José María Ballester Esquivias
AnálisisJosé María Ballester Esquivias

Radiografía de unas elecciones europeas: cae el apoyo a la AfD, Macron está seguro de perder y Orbán se mantiene

Los sondeos también contemplan un empate técnico entre socialistas y centro derecha en Portugal, donde el populista Chega pierde algo de fuelle

Actualizada 04:30

Carteles electorales de las elecciones europeas en Francia

Carteles electorales de las elecciones europeas en FranciaAFP

Maximilian Krah, cabeza de lista de Alternativa por Alemania para las elecciones europeas, lamentará durante mucho tiempo la entrevista que concedió a mediados de mayo al diario italiano La Repubblica en la que declaró, entre otras cosas, que «no todos los miembros de las SS fueron criminales». La polémica generada fue de tal envergadura que se vio obligado a dimitir de la dirección del partido. A los pocos días, la lideresa de la Agrupación Nacional, Marine Le Pen, su principal aliada en Europa, pidió, y obtuvo, la expulsión de los parlamentarios de AfD del grupo Identidad y Democracia (ID) en la Eurocámara, entre ellos el propio Identidad y Democracia.

El episodio ha tenido consecuencias en las encuestas: hasta las inoportunas palabras del sulfúrico candidato, la AfD rondaba el 20 % de las intenciones de voto. Incluso alcanzó esa cifra en la encuesta publicada por Yougov el 8 de mayo. Ninguna le llegó a otorgar nunca un resultado que amenazase la victoria de la Unión Cristiano Demócrata –que superará el 30 %–, pero en las últimas proyecciones pierde una media de cinco puntos, es decir, que la AfD se sitúa en torno al 15 % de las intenciones de voto, al igual que los Verdes y el Partido Socialdemócrata del canciller Olaf Scholz. Si Krah se impone, siquiera por la mínima, a esos dos adversarios podría considerarse un premio de consolación. Para Scholz, en cambio, sería una humillación.

Quien ya ha interiorizado la derrota de su candidata es el presidente de Francia, Emmanuel Macron: Valérie Hayer, pese a disponer de un notable balance como eurodiputada, quien fue designada cabeza de lista por defecto –políticos de mayor envergadura declinaron la oferta–, no ha logrado distinguirse a lo largo de la campaña: sosa, a la defensiva en los principales debates televisivos, su principal meta ahora es superar al candidato de la lista socialista –aunque el mismo no milite en el partido–, Raphaël Glucksmann.

Al cierre de la campaña, Hayer le superaba en dos puntos. Si la macronista queda a más de quince puntos del vencedor anunciado de los comicios, el presidente de la Agrupación Nacional Jordan Bardella, podrían producirse movimientos de fondo en la cúpula del Estado: desde un cese del primer ministro Gabriel Attal hasta unas elecciones legislativas anticipadas; no antes, en todo caso, de la celebración de los Juegos Olímpicos. Otras incógnitas son el resultado de la extrema izquierda, léase La Francia Insumisa –cuyo discurso roza, con demasiada frecuencia, el antisemitismo– y el de Los Republicanos, el partido de la derecha clásica: si se acerca al 10 % de los votos, podría presionar a Macron. Por ejemplo, en las negociaciones presupuestarias de otoño.

En Hungría, el Fidesz del primer ministro Viktor Orbán ganará con comodidad los comicios. Aunque no con la amplia diferencia de las anteriores ocasiones. El motivo es la irrupción en campaña de Peter Magyar, exmarido de la antigua ministra de Justicia de Orban, Judit Varga. El despecho del marido abandonado ha desembocado en la creación de una nueva fuerza, Tisza, que, a tenor de las encuestas, podría alcanzar el 26 % de los votos el domingo.

Sin embargo, según comenta a El Debate una fuente local, «lo más probable es que Magyar le robe un cuarto de votantes al Fidesz y tres cuartos a los partidos de la oposición». Orbán puede, por lo tanto, permanecer tranquilo en relación con el resultado de las elecciones. Tal vez un poco menos con ciertas revelaciones con las que amenaza Magyar.

En Portugal no deberían de producirse grandes modificaciones del mapa político salido de las últimas elecciones legislativas de hace tres meses, salvo el posible sorpasso de los socialistas a la Alianza Democrática (AD), la coalición de centro-derecha en el poder. En el último sondeo publicado este jueves antes de las elecciones europeas, el Partido Socialista es la formación que más sube, superando a AD. Pero se mantiene el empate técnico, según se desprende del resto de encuestas anteriores. Por su parte, el partido populista Chega, liderado por André Ventura, perdería tres puntos con respecto a marzo.

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