Italia
La batalla fue dura, pero Meloni logró imponer su ley para las autonomías
La primer ministro italiana concede atribuciones temporales a las regiones pese a las protestas de la oposición de izquierda. Tendrán una duración máxima de 10 años, prorrogables o revisables
Giorgia Meloni consiguió otro triunfo en el Congreso. La primer ministro italiana logró sacar adelante una ley que concede mayor autonomía, de momento temporal, a las regiones italianas. Las atribuciones tendrán que ser negociadas y con fecha de caducidad, aunque con posibilidad de renovación. Las concesiones resultan casi simbólicas si se comparan con las competencias que disfruta el sistema autonómico español.
La Cámara de los diputados, informa Efe, aprobó este miércoles por la mañana, tras una sesión con numerosas protestas y que duró toda la noche, esta controvertida ley que permite que cada región pueda reclamar competencias sobre materias concretas.
La ley fue aprobada con 172 votos a favor, 99 en contra y una abstención
La ley fue aprobada con 172 votos a favor, 99 en contra y una abstención, a pesar de la duras protestas de la oposición que considera que dividirá el país entre las regiones más ricas del norte y las del sur.
«La reforma rompe Italia. Las regiones más desfavorecidas del sur empeorarán, quedarán cada vez más atrás. Los ciudadanos del norte no deben caer en la trampa porque la reforma los empobrecerá a medio y largo plazo, cuando un empresario encontrará legislaciones distintas al cambiar de región», afirmó el líder del Movimiento 5 Estrellas y ex primer ministro, Giuseppe Conte.
Al final de la votación, los diputados del M5S cantaron el himno nacional, agitando banderas del país que muchos llevaban alrededor del cuello desde su participación en la manifestación de este martes con el resto de partidos de la oposición contra las reformas del Gobierno de Giorgia Meloni.
Ley «descabellada»
Durante su declaración final, Elly Shlein, líder de la mayor formación en la oposición, el Partido Demócrata (PD), acusó de «descabellada» la ley y pidió a la primera ministra que cambie el nombre de su partido, Hermanos de Italia, por 'Trozos de Italia, ya que la está dividiendo y la culpa es suya».
La autonomía diferenciada es la mejor opción para el futuro de Italia, un sueño hecho realidadMassimo Bitonci, diputado de la Liga
Por su parte, Massimo Bitonci, diputado de la Liga, el partido que siempre tuvo la autonomía como su caballo de batalla y que presentó la ley, aseguró: «Hoy, más que nunca, está claro que la autonomía diferenciada es la mejor opción para el futuro de Italia, un sueño hecho realidad».
10 años máximo
La ley prevé, entre otras cosas, que las regiones puedan establecer convenios sobre ciertas competencias con el Estado con una duración máxima de 10 años, prorrogables o revisables, según la voluntad de las autoridades.
También establece un sistema para que el Estado controle la inversión que realiza en cada región, adaptada a las funciones administrativas que asuman sus gobiernos.
La ley no determina la transferencia real de competencias a las regiones, sino que se trata de la indicación de un camino y unas reglas
Aunque, en detalle, la ley no determinará la transferencia real de competencias a las regiones, sino que se trata de la indicación de un camino y unas reglas que las regiones deberán seguir a la hora de negociar la atribución de poderes y prerrogativas con el Gobierno y el Parlamento.
El inicio de estos procedimientos, desarrolla Efe,está subordinado a la definición de los niveles esenciales de desempeño (LEP), es decir, los servicios mínimos que el Estado debe garantizar en todo su territorio en sectores fundamentales: la definición de los LEP y su financiamiento sirve para evitar el riesgo de que se consoliden o incluso aumenten las divergencias territoriales entre las regiones más ricas y más pobres.
Las críticas de la oposición se han centrado sobre todo en este escenario, además el Banco de Italia también manifestó sus dudas sobre el impacto que una medida así podría producir en el conjunto del sistema económico y empresarial italiano, con posibles repercusiones negativas en la competitividad del país.