El Consejo Europeo elige a Von der Leyen, Costa y Kallas para liderar la UE sin el apoyo de Meloni
La alemana tendrá que recibir el visto bueno del Parlamento para dirigir la Comisión. El portugués presidirá el Consejo y la estonia será la responsable de la diplomacia europea
El Consejo Europeo ha dado luz verde a los nombres que marcarán el camino de la Unión los próximos cinco años. No ha habido sorpresas y los líderes de los 27 han determinado que Ursula von der Leyen sea la candidata a presidir la Comisión Europea, que António Costa sustituya a Charles Michel al frente del Consejo y que la hasta ahora primera ministra de Estonia, Kaja Kallas, asuma las riendas como responsable de la diplomacia europea.
Más que los nombres, que ya venían prestablecidos, la incógnita residía en la posición que tomaría Giorgia Meloni en la negociación. La primer ministro italiana había mostrado su rotunda oposición al acuerdo que habían alcanzado los populares, los socialistas y los liberales para dejar a los conservadores fuera del reparto de la tarta. Cada familia tendría su peso entre los altos cargos, pero la tercera fuerza del Parlamento se quedaría sin nada.
Meloni estaba en desacuerdo con las formas y así se lo hizo saber al resto de líderes. No le gustó que los negociadores -Sánchez y Scholz por parte de los socialistas; Macron y Rutte por los liberales; y Tusk y Mitsotákis por los populares- excluyeran a los demás de las conversaciones y que cualquier tipo de pacto pasara simplemente por ellos. Pero la italiana no tenía opción de bloquear nada y dio por bueno el nombre de Von der Leyen, con la que se abstuvo, aunque rechazó las propuestas de Costa y Kallas, según apuntan fuentes diplomáticas. De forma extraordinaria, se separaron las tres votaciones, a petición de la italiana, en lugar de hacerlo en bloque, lo que le dio la opción a Orbán para abstenerse con la primera ministra estonia y de apoyar a Costa. Rechazó, como ya había anunciado, a Von der Leyen.
Tenían que aprobarse por mayoría cualificada reforzada, es decir, que 20 Estados miembros que englobaran el 65 % de la población europea estuvieran de acuerdo. Y así fue. Kaja Kallas se convertirá en la alta representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, sustituyendo en el cargo a Josep Borrell; António Costa retomará las riendas que deje Charles Michel en el Consejo Europeo; y Ursula von der Leyen será la candidata que trate de recibir la aprobación del Parlamento para un nuevo mandato en la Comisión.
La tarta europea se ha repartido entre populares, socialistas y liberales, cubriendo el cupo de igualdad de género y de representación geográfica. Lo que marcaron las urnas quedó en un segundo plano al dejar de lado a los conservadores, que todavía tendrán la última palabra en la votación del Parlamento.
Examen para Von der Leyen
Es la Eurocámara ahora el próximo capítulo que tiene Von der Leyen en su camino hacia la reelección. Necesita conseguir que 361 eurodiputados aprueben una nueva legislatura para ella y juntando a populares, liberales y socialistas suma 399. La votación es secreta y en urna, lo que da pie a que haya fugas y nadie llega tranquilo a la investidura sin un margen mayor de 40, por lo que la alemana no lo tendrá nada fácil. Si tiene el beneplácito, le encargarán formar un Ejecutivo, pero si es rechazada el Consejo tendrá que designar un nuevo candidato en el plazo de un mes.
El Parlamento Europeo no tendrá voz ni voto en el cargo de Costa. El que fuera primer ministro portugués llega asumirá la presidencia del Consejo, de momento, los próximos dos años y medio, momento en el cual podría ser reelegido. No surtió efecto la jugada del Partido Popular Europeo para compartir el mandato con los socialistas, pero el escenario de dentro de 30 meses a día de hoy es una incógnita.
Costa llega con el aval de ser un líder cercano y dialogante. Se lleva bien con la mayoría de socios y guarda buena relación con Von der Leyen, con la que podrá formar dupla y poner fin a la interminable lista de enfrentamientos entre Michel y la alemana durante la última legislatura. En ese sentido, parece que reinará la calma en Bruselas, aunque podrá saltar por los aires si la investigación por corrupción que le obligó a salir del Gobierno luso prospera.
Kaja Kallas, por su parte, abandonará el gobierno estonio para convertirse en la responsable de la diplomacia europea, siempre y cuando el Parlamento dé el visto bueno a toda la Comisión que nombre Von der Leyen. Su colocación es estratégica, ya que cubre el cupo de los países del este y también lanza un mensaje claro y directo al Kremlin en plena invasión de Ucrania, ya que se encuentra en la lista negra de Putin.