Israel frente al enemigo libanés: «En caso de ataque de Hezbolá, todos fuera y cuerpo a tierra»
Las Fuerzas de Defensa de Israel se afanan por mantener la seguridad en el norte de Israel ante una Hezbolá que parece querer ir a la guerra
Las recomendaciones a los periodistas extranjeros son pocas, pero imperativas: «En caso de ataque de Hezbolá, todos fuera del autobús, cuerpo a tierra y manos en la cabeza».
Viajar al norte de Israel, a la frontera con el Líbano, es viajar a territorio de guerra. Los cohetes caen a diario. El contacto con los mandos de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) es constante para garantizar que en la zona que se va a visitar no ha sonado ninguna alerta antiaérea.
El GPS –bloqueado por las FDI por motivos de seguridad– no funciona y todos los periodistas hemos tenido que firmar una declaración donde asumimos la responsabilidad en caso de sufrir heridas de guerra.
El destino no está muy claro: es algún punto de la frontera noroccidental con el Líbano, al norte de Israel. Cerca se ven las comunidades israelíes de Hanita y Adamit, situadas demasiado cerca de la frontera y, por lo tanto, totalmente expuestas al fuego de Hamás.
Sus residentes han sido evacuados y ahora son algunos de los cerca de 100.000 refugiados del norte de Israel. El mar se ve muy a lo lejos, y solo resulta visible por el hecho de encontrarnos en una zona montañosa.
A poco más de cinco kilómetros se ve territorio libanés, la localidad de Aalma El Chaeb, las posiciones de Hezbolá. Nos acompaña un oficial de las FDI para asistir al encuentro con el teniente coronel Oren y el teniente coronel Yarden, al frente de unidades que combaten a Hezbolá.
Durante todo el encuentro suena muy cerca las hélices de un dron de vigilancia. «Es por vuestra seguridad», informan. Los periodistas miran al cielo para tratar de localizarlo. Pero es imposible. Se diría que es invisible. «No lo vais a localizar», retan con una sonrisa.
El encuentro con los oficiales de las FDI en la frontera con el Líbano es uno de los platos fuertes del día organizado por la Europe Israel Press Association (EIPA).
Sin mayores preámbulos, los oficiales israelíes, todos con sus fusiles AR15 en bandolera, explican la situación. «Tras el 7 de octubre de 2023 (día en que se produjeron los atentados terroristas de Hamás en el sur de Israel) nos atacaron con cohetes, misiles y drones».
Insisten en que las acciones de las FDI en el norte de Israel son puramente defensivas, «luchamos en batallas defensivas». La misión es «defender y proteger la frontera». «Continuaremos protegiendo el norte, los pueblos, a los ciudadanos».
«Yo estoy encargado de conectar las unidades de seguridad con las comunidades en caso de emergencia y proteger las casas», explica el teniente coronel Oren.
En cualquier caso, el objetivo último es «destruir las armas de Hezbolá», pero no solo de Hezbolá. Desde el territorio libanés actúan también grupos palestinos y otros grupos pro iraníes.
Nadie quiere aquí una guerra en territorio libanés, pero si la defensa de las gentes de Israel lo requiere, la habrá.
La moral es muy alta: «Estamos completamente preparados y decididos a luchar», luchar por la gente, porque «la gente necesita volver a sus casas». «Estamos preparados para eliminar esta amenaza».
Y concluyen: «Somos muy fuertes aquí. Nuestra misión es proteger nuestros hogares. Este es nuestro hogar y, si nosotros no lo protegemos, nadie lo hará».