Zúñiga acusa a Arce de estar detrás del golpe para «levantar su impopularidad»

Después de que el presidente Luis Arce asumiera el nuevo mando de las Fuerzas Armadas y designara a José Sánchez como comandante del Ejército, se procedió a retirar las tropas desplegadas en La Paz.

Arce agradeció el apoyo tanto de la población, que se reunió en las inmediaciones de la plaza Murillo, como de la comunidad internacional.

«Defenderemos la democracia que el pueblo boliviano ha ganado en las urnas. Agradecemos al pueblo boliviano que, al enterarse de estos eventos, ha rodeado la plaza Murillo, así como a los organismos internacionales y a los países amigos que han respaldado la democracia», afirmó Arce, quien previamente había instado a una movilización popular contra el intento de golpe.

Poco antes de ser arrestado, Zúñiga reveló que había tenido una conversación reciente con el presidente boliviano. En dicha conversación, Arce habría mencionado que su popularidad estaba baja y que necesitaba realizar alguna acción para mejorarla. Al ser interrogado sobre si esto podría calificarse como un «autogolpe», Zúñiga respondió afirmativamente con un «sí, sí», mientras la Policía procedía a detenerlo.

Además, la Fiscalía General del Estado de Bolivia anunció que abrirá una «investigación penal» en contra del ahora destituido general Juan José Zúñiga y todos los militares que participaron en la movilización «irregular» de soldados fuertemente armados que ingresaron «por la fuerza» a la sede del Gobierno de Bolivia en La Paz.