La pésima actuación de Biden en el debate pone en alerta a los aliados de la OTAN ante el regreso de Trump

Una de las pocas ideas contundentes expresadas por el presidente Joe Biden durante el primer debate presidencial fue el argumento a favor de la Alianza Atlántica de que «ninguna guerra importante en Europa ha podido ser contenida en Europa».

Biden intentaba con esa premisa replicar los duros cuestionamientos del expresidente Donald Trump contra los millones de dólares destinados por Washington para la defensa de Ucrania ante Rusia, cuando «hay un océano de por medio» como defensa natural de EE.UU. ante Vladimir Putin.

Los pocos buenos argumentos del presidente demócrata, que lograron trascender en medio de sus problemas de tono y dicción, quedaron sepultados por la clara superioridad escénica y argumentativa de Trump y las renovadas preocupaciones por su salud y su capacidad para asumir un nuevo mandato al frente de la Casa Blanca.

La deslucida actuación de Biden en el debate llevaron a algunos de sus colegas demócratas a preguntarse si podrían reemplazarlo como su candidato para las elecciones estadounidenses del 5 de noviembre.

Hakeem Jeffries, líder del Partido Demócrata en la Cámara de Representantes de Estados Unidos, evitó responder directamente cuando se le preguntó si todavía tenía fe en la candidatura de Biden: «Apoyo a la mayoría demócrata del Senado. Vamos a hacer todo lo posible para recuperar la Cámara en noviembre. Gracias a todos».

Las preocupaciones no solo vienen de las propias filas demócratas, sino que trascienden a este lado del Atlántico, donde los aliados de EE.UU. en la OTAN ven cada vez mas cerca el retorno de Trump a la Casa Blanca.

«Joe Biden no puede hacerlo», dijo el senador italiano Matteo Renzi, un centrista cercano a los demócratas estadounidenses cuando se desempeñó como primer ministro de Italia entre 2014 y 2016.

Renzi expresó en X que Biden había servido a Estados Unidos con honor y agregó: «No merece un final sin gloria, no lo merece. Cambiar de caballo es un deber de todos».

Por su lado, la influyente diputada alemana del Partido Liberal Democrático (FDP) Marie-Agnes Strack-Zimmermann dijo al periódico Rheinische Post que «el hecho de que un hombre como Trump pueda volver a ser presidente porque los demócratas no pueden presentarle un candidato fuerte sería una tragedia histórica que sentiría todo el mundo».

Keir Starmer, líder del Partido Laborista británico que lidera las encuestas antes de las elecciones del 4 de julio, dijo a The Guardian que la relación de Reino Unido con Estados Unidos era fuerte y estaba «por encima de los individuos».

Reacciones y efectos en Asia

El pobre desempaño de Biden también llamó la atención de analistas asiáticos como Kunihiko Miyake, ex diplomático japonés y ahora director de investigación del Instituto Canon de Estudios Globales, un grupo de expertos, quien dijo a Reuters «Trump no ganó, pero Biden podría haber implosionado».

A diferencia de hace ocho años, estamos mucho más preparados, al igual que otros aliados europeos y asiáticosKunihiko MiyakeEx diplomático japonés

Por su lado, Peter Lee, investigador del Instituto Asan de Estudios Políticos en Seúl, dijo también a Reuters que esperaba que Trump fuera «muy duro» la segunda vez al presionar a los aliados para que aumenten el gasto de defensa.

Ambas declaraciones fueron expresadas poco antes de trascender que los asesores del exmandatario republicano transmitieron a funcionarios de Seúl y Tokio el mensaje de que si Trump asume nuevamente el cargo, apoyará el trabajo de las dos capitales –durante la administración Biden– para mejorar los vínculos con EE.UU.

En todo caso, como señaló después de ver el debate Peter Dean, profesor del Centro de Estudios de Estados Unidos en Sídney, «si no te estabas preparando para un Trump 2.0, entonces esa es la jugada inteligente y la decisión inteligente ahora».