Jordan Bardella, la inteligencia artificial que vence en las urnas con el relato de la nueva derecha francesa
El gran seductor de la derecha, sin estudios universitarios, pero experto en redes sociales, convence y vence con un discurso nacionalista y la historia de un pasado adaptado a sus ambiciones
Es el chico de moda de 28 años, el que acaricia el cielo del poder con las manos. Es también un mal estudiante, sin un título universitario que poner sobre la mesa ni un oficio salvo el de gran seductor, pero es el triunfador indiscutible de las elecciones legislativas francesas del domingo pasado. Es Jordan Bardella la promesa de un electorado que ha descubierto en él a la nueva derecha, esa que le da esperanzas y garantiza un futuro mejor para ellos, para sus hijos y para sus nietos.
Jordan Bardella es todo eso y más. Es el hijo de inmigrantes italianos y catalanes que reniega de la inmigración desbocada, es el que promete recuperar la jubilación de los franceses a los 60 años y penalizar a los sin papeles y el que lo del matrimonio, al menos de momento, no va con él.
Este muchacho de rostro fresco y «arrejuntado» con Nolwenn Olivier, la sobrina de Marine Le Pen se ha convertido en la esperanza blanca de una derecha que sueña con conseguir la mayoría absoluta en el parlamento este próximo domingo.
El desafío es enorme, como bajar la inflación, terminar con la delincuencia o reducir las facturas de la energía que asfixian a la clase media y baja. También es todo un reto o una utopía, resolver el problemón de Francia: terminar con la conquista del fundamentalismo islámico que gana terreno en Francia. Como defiende Agrupación Nacional (RN), la formación en la que se ha destapado como una máquina de conseguir votos, en devolver a los francesas su cultura, su identidad.
Educado en un barrio popular como Sena-Saint Denis, Bardella presenta ese pasado como una virtud, pero lo cierto es que la historia es una verdad a medias. Cierto es que allí vivía con su madre, pero más cierto es aún que donde pasaba los mejores tiempos era con su padre en las zonas más ricas de París y no en aquella barriada donde tomaba cañas con los amigos y hablaban de fútbol.
El rey de las redes sociales
Producto de este siglo de inteligencia artificial y mensajes rápidos, Bardella es el rey de las redes sociales y de las visitas de campaña de interés humano. Dicho de otro modo, de hacerse vídeos con el matrimonio de agricultores que sufre la crisis del campo, con la dependienta del supermercado o de los grandes almacenes que sienten que tienen enfrente a una estrella de televisión que les puede resolver la vida.
Pero Jordan Bardella, también es, sobre todo, un experto en poner la cara y el pecho frente a los que hasta ayer representaban el poder. En las distancias cortas sale del paso con una retórica fluida, ágil y dinámica que desarma a sus oponentes. No tendrá títulos, pero hasta ahora no hace más que ganar partidos, el próximo, este domingo en las urnas.