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El primer ministro británico, Keir Starmer, posa frente al edificio del Parlamento, sede de la Asamblea de Irlanda del Norte, en Stormont

El primer ministro británico, Keir Starmer, frente a la asesede de la Asamblea de Irlanda del Norte, en StormontAFP

Reino Unido

Starmer se enfrenta a su primer examen internacional en una cumbre de la OTAN con asignaturas pendientes

El nuevo primer ministro británico aprovechará su viaje a Washington para mantener un encuentro bilateral con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden

El nuevo primer ministro británico, el laborista Keir Starmer, se enfrenta a su primera cita internacional y se estrena por todo lo alto en la cumbre de la OTAN, que celebra su 75º aniversario, en un momento extremadamente convulso, con dos guerras –Ucrania y Gaza–, la competencia con China y la posibilidad de que Donald Trump conquiste la presidencia de Estados Unidos.

Desde el instante en el que Starmer puso el pie en el nº10 de Downing Street, la actividad ha sido frenética. Su primera misión ha sido viajar hasta Escocia e Irlanda del Norte para tratar de reconducir unas relaciones tocadas tras 14 años de gobiernos conservadores.

La siguiente gran cita en la agenda del laborista es el foro de la Alianza Atlántica, que se prolongará hasta el jueves, y no se prevé especialmente tranquilo. Sobre la mesa se acumulan demasiados temas pendientes. La invasión rusa de Ucrania está entre las prioridades de la OTAN, y se espera que en esta cita los 32 Estados miembros aprueben un nuevo paquete de ayuda para Kiev por valor de 40.000 millones de euros. En este sentido, Starmer busca reafirmar su apoyo al presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, con el que coincide en Washington.

Reino Unido, con Rishi Sunak al frente, ha sido un gran apoyo para Kiev y uno de los países europeos que más ayuda –tanto militar como financiera– ha enviado a Ucrania. Starmer, en política internacional, mantendrá el camino marcado por el anterior Gobierno conservador, firme junto a Zelenski frente a la invasión rusa, como ya explicó durante la campaña electoral.

La guerra en la franja de Gaza es, sin embargo, un tema delicado que divide incluso al propio laborismo. Aunque hay una parte del Partido Laborista que defiende una postura más crítica con Israel, Starmer ha reivindicado su política de «mano dura» para acabar con cualquier rastro de antisemitismo en el partido y no ha dudado en apoyar al Estado judío en su guerra contra Hamás.

A pesar de que el conflicto en Gaza cumplió el pasado fin de semana nueve meses, no se espera que ocupe demasiado espacio de discusión durante la cumbre de la OTAN. Sí estará presente el fantasma del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, al que todas las encuestas dan como favorito para ganar las elecciones presidenciales el próximo mes de noviembre frente al actual mandatario Joe Biden. El magnate ya advirtió, el pasado mes de febrero, que alentará a Rusia a «hacer lo que quiera» con cualquier miembro de la Alianza que no invierta lo suficiente en Defensa.

Entre las prioridades de Starmer está aumentar el gasto militar hasta el 2,5 %

Reino Unido no entra en ese cupo. Entre las prioridades de Starmer destaca el aumento «lo antes posible» del gasto militar hasta el 2,5 % del PIB británico –actualmente en el 2,3 %–, muy lejos de otros países como España, que se sitúa a la cola de inversión en Defensa, con un 1,5 %.

Las relaciones entre Estados Unidos y el Reino Unido siempre han gozado de gran salud, pero con Trump como posible futuro presidente nunca se sabe, por ello el primer ministro británico aprovechará su viaje a Washington para protagonizar, este miércoles, el primer encuentro con Biden.

«El presidente Biden espera con interés esta primera reunión con el primer ministro Starmer y subrayará la importancia de fortalecer la relación especial entre Estados Unidos y el Reino Unido», ha señalado la Casa Blanca, en un breve comunicado. «Los líderes tendrán la oportunidad de discutir en profundidad la cooperación en una serie de temas, incluyendo el apoyo a Ucrania, la promoción de un Indo-Pacífico libre y abierto, el logro de un alto el fuego y un acuerdo de liberación de rehenes en Gaza, asegurando que Irán nunca pueda obtener un arma nuclear, y el fortalecimiento de la coalición para hacer frente a las amenazas hutíes, respaldadas por Irán, a la navegación comercial», reza el comunicado.

Para Estados Unidos, China se ha convertido en una gran amenaza en Asía-Pacífico y busca el apoyo del Reino Unido para plantar cara al gigante asiático. Starmer, por su parte, aboga por analizar en profundidad las relaciones entre Londres y Pekín, pero no ha anunciado medidas concretas.

Una vez finalizada la cumbre de la OTAN, el nuevo primer ministro británico continúa con sus encuentros internacionales, con la vista puesta en la reunión de la Comunidad Política Europea (CPE), el próximo 18 de julio, que tendrá lugar en el Palacio de Blenheim (Reino Unido). Starmer se pondrá el traje de anfitrión y recibirá en la mansión inglesa donde nació Winston Churchill, en 1874, a los jefes de Gobiernos europeos, entre ellos al presidente francés Emmanuel Macron y el canciller alemán Olaf Scholz.

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