Carlos III inaugura con el Discurso del Rey la legislatura inglesa

Si algo tiene estudiado y aprendido desde niño, Carlos III de Reino Unido es otorgarle solemnidad a los actos que preside. Nótese el verbo final, porque Carlos príncipe de Gales y conde de Chester, duque de Cornualles, duque de Rothesay, conde de Carrick, barón de Renfrew, señor de las Islas y príncipe y gran senescal de Escocia ha venido a aportar y opinar sobre la política inglesa en la sexta economía del mundo. Y seguramente, pese a la postura de seriedad de Starmer como hombre de estado, guardarán grandes diferencias ideológicas.

Aunque hay que recordar los sonados encontronazos (siempre con educación inglesa) que mantenía su madre Isabel II con la primera ministra conservadora Margaret Thatcher.

Por ahora, el Rey habla con prédicas refrendadas por el Gobierno como toca al afamado Discurso del Rey tradicional que inaugura la legislatura política. Acompañado por su esposa Camila, con la diadema estatal de Jorge IV, y Carlos con la corona imperial y la túnica de Estado, juntos en la Cámara de los Lores.

Esta es la segunda vez que interviene en la primera sesión desde que llegó al trono el 8 de septiembre de 2022.

En esta ocasión, incluyó en su diatriba la renacionalización del ferrocarril y la creación de un fondo nacional de infraestructuras, tal y como consta en la agenda legislativa del nuevo Gobierno laborista de Keir Rodney Starmer. Una nueva figura tras 14 años de simultanear gobiernos conservadores en la nación inglesa.

Y este Gobierno laborista fomentará una descentralización en el estado con el objetivo de impulsar la economía local.

Además, el soberano, de 75 años, anunció un programa de más de 35 leyes que incluye la reforma de la planificación urbanística para acelerar la construcción de vivienda e infraestructura.

Al recitar el discurso escrito por el Ejecutivo, el monarca trasladó que «el Gobierno está para servir al país», con un programa legislativo que velará por «la seguridad del Estado, la estabilidad económica y justicia para todos».

Carlos III, advirtió tanto a tories como a laboristas, que el Ejecutivo someterá todos los presupuestos a la supervisión de la Oficina de responsabilidad presupuestaria (OBR, en inglés) para garantizar el equilibrio de las finanzas públicas.

Como conclusión al aire lanzó que habrá «mejores condiciones para los trabajadores prohibiendo las prácticas laborales explotadoras».

También se dio a conocer una unidad de seguridad de fronteras que combata el tráfico de inmigrantes. Una iniciativa algo más práctica que el envío de inmigrantes ilegales a Ruanda que planteó en campaña el anterior primer ministro Rishi Sunak.

Starmer se une a la Agenda 2030 cuando pretende completar la transición a energía limpia. El Rey Carlos nombró, en palabras gubernamentales, un regulador para el fútbol y para la inteligencia artificial.

Tras la intervención del monarca, los diputados en la Cámara de los Comunes iniciarán un debate de varios días que culminará en una votación simbólica. Starmer deberá fomentar una economía inglesa algo estancada y, sobre todo, estrechar sus relaciones con Europa tras el Brexit.