El veto a una periodista argentina en la Casa Rosada desata la polémica sobre las relaciones con la prensa

ASilvia Mercado, 10 años corresponsal política en la Casa Rosada, el 6 de junio le ocurrió algo inesperado. «Al poner mi dedo índice en el dispositivo biométrico del ingreso, no me reconoció la huella». Pensó «que se trataba de un problema técnico, y fui a averiguar qué pasaba». La sorpresa no tardaría en llegar. «No me habían renovado la acreditación». ¿El motivo? «Un misterio».

Veterana escritora y periodista de reconocido prestigio en radio, televisión y prensa escrita, la profesión reaccionó con indignación. Primeras firmas como Marcelo Longobardi, Ernesto Tenembaum, Jorge Fonteveccia, María O´ Donnell, Nelson Castro, Nancy Pazos o Clara Mariño, entre otros, salieron en su defensa. El veto, aunque finalmente temporal, provocó que el «80 por ciento de los periodistas de la Rosada escribieran una carta donde pidieron que revisarán la medida». Mes y medio más tarde, con un amparo judicial de por medio, el Ejecutivo reaccionó y recuperó su credencial.

El suceso ha abierto la polémica sobre las relaciones del Gobierno de Javier Milei y los medios de comunicación.

–¿Cuándo y por qué le retiraron la acreditación de prensa de la Casa Rosada?

– Fue un verdadero shock. El 7 de junio es el Día del Periodista en la Argentina, no podía creer que pudieran tomar semejante decisión después de diez años de trabajo continuo en la Sala de Periodistas de la Rosada. ¿Por qué lo hicieron? No lo sé. Jamás me lo explicaron.

–¿A qué atribuye una medida tan drástica?

–Tienen problemas con la prensa, reacciones emocionales, no saben manejarse. Son nuevos en la política, no conocían a nadie y se mueven como elefantes en un bazar, haciendo destrozos innecesarios, de los cuales a veces se arrepienten, como en este caso.

–¿Llegó a recurrido a la justicia?

–Efectivamente, esperé un mes, como me había pedido el vocero presidencial, (Manuel Adorni) y cuando terminó ese período mis abogados me dijeron que ya era tiempo de acudir a la justicia. Presentamos un amparo. Y cuando se avecinaba una medida favorable en ese sentido, que ya había trascendido, mandaron un correo electrónico a la emisora donde trabajo (Radio Jai) para informar que se había aceptado mi solicitud de renovación de acreditación.

El vocero presidencial dijo que iba a constituir un grupo de élite en la Sala de Periodistas de la Rosada, profesionales que «merezcan estar cerca del Presidente», cosas absurdas

–¿Hay otros periodistas en la misma situación?

–Al inicio era el único caso. A otros periodistas les acreditaron aún fuera de plazo, pero cuando me presenté a la justicia, les retiraron esa acreditación. Creo que volvieron atrás con la decisión que tomaron sobre mi por el temor a que le lleguen más amparos. En fin, no se entiende el desorden que armaron. En el medio, el vocero presidencial dijo que iba a constituir un grupo de élite en la Sala de Periodistas de la Rosada, profesionales que «merezcan estar cerca del presidente», cosas absurdas. Sobre todo porque él mismo dijo también que había que tener 10 años de experiencia, cuando ninguno de los periodistas libertarios que acreditó tiene esa experiencia.

–¿Cómo reaccionaron sus colegas y asociaciones de prensa con este veto, FOPEA, ADEPA, la Academia Nacional...?

–Absolutamente todas las organizaciones me respaldaron en forma enfática. Nunca imaginé que tendría tanta solidaridad. Organizaciones de periodistas, de editores, empresas de medios, los gremios, y por supuesto la Sala de Periodistas de la Rosada. Todos, absolutamente, expresaron su consternación y me dieron su respaldo.

Javier Milei no da conferencias de prensa, como tampoco hicieron los KirchnerSilvia Mercado

–¿Las relaciones del presidente Milei con los medios de comunicación son mejores, peores o iguales que en los gobiernos del matrimonio Kirchner?

–En algunos casos es mejor, en otros peor. El vocero presidencial da conferencias de prensa habitualmente, cosa que no hacía el vocero de los Kirchner. Pero Javier Milei no da ruedas de prensa, como tampoco las daban los Kirchner. Los Kirchner quisieron quedarse con las más importantes empresas de medios, querían domesticar la conversación pública. Milei también pretende que nadie lo critique y que se diga sólo lo que él quiere, pero no intenta quedarse con las empresas, solamente desea que quiebren. Así lo expresó públicamente en el caso de la Editorial Perfil, por ejemplo.

–¿Cómo han quedado finalmente la agencia oficial de noticias Télam y la TV Pública?

–La TV Pública y Radio Nacional las redujeron y las usan para sus intereses. Télam fue transformada en una agencia de publicidad oficial y la volvieron a abrir, pero a las 48 horas la volvieron a cerrar, aparentemente por pedido de Milei. Nada queda muy claro en este gobierno, todo es de una gran improvisación y crueldad.

Vivimos una situación que no esperábamos que se repitiera en un gobierno liberalSilvia Mercado

–¿Existe libertad de expresión en Argentina o hay algún tipo de amedrentamiento?

–Hay presiones de todo tipo. Los mismos funcionarios son amedrentados si hablan sin autorización o con periodistas que no son amigos del Gobierno. A un canal de noticias donde yo esperaba que me vuelvan a contratar (las contrataciones son anuales) le pidieron que no lo hagan. Milei solo habla con un puñado de periodistas, cuatro o cinco, que son los amigos del poder. Vivimos una situación que no esperábamos que se repitiera en un gobierno liberal que, evidentemente, no lo es. Es una triste sorpresa para los que luchamos por la libertad de prensa y de expresión durante los años kirchneristas.