Crisis en Venezuela
Ortega y Rosario Murillo califican de «golpe de Estado» exigirle a Maduro las actas electorales
El matrimonio de dictadores nicaragüense califica de «fascista» y de generadores de odio a la oposición venezolana y a los gobiernos que exigen transparencia en el recuento de votos
Con el cubano Miguel Díaz-Canel son los aliados naturales de Nicolás Maduro en la región. Daniel Ortega, y su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, han salido en defensa del dictador venezolano que se niega a entregar las actas del escrutinio de las elecciones del pasado domingo, donde se autoproclamó vencedor.
Para el matrimonio, que ha dejado una huella de sangre y terror en Nicaragua, Maduro enfrenta «nuevo intento de golpe de Estado».
«Denunciamos al mundo que el pueblo de (Simón) Bolívar, de (Hugo) Chávez, de Nicolás, que ha resistido y vencido todos los intentos de humillación y destrucción de sus derechos, al vencer una vez más en estas elecciones, ha vencido a los imperios y su desfachatez, y está enfrentando ya un nuevo intento de golpe de Estado», agregaron.
Según Ortega y Murillo, –informa Efe– «hoy se confabulan nuevamente para seguir ejerciendo todas las formas de odio contra esa Venezuela admirable, de grandes batallas e infinitas victorias», basados «en la soberbia y los permanentes afanes de dominio y saqueo de nuestros pueblos y nuestros recursos».
«Sumamos nuestra experiencia y voz a los pueblos y Gobiernos que en el mundo queremos paz, justicia, y el derecho de trabajar y prosperar juntos en cooperación respetuosa, fraternal y solidaria, en nuestras propias tierras», continúan.
El fascismo
En su pronunciamiento, el matrimonio que se mantiene en el poder con puño de hierro, hace una declaración de intenciones para levantar, «murallas de sublimes voluntades y nos convocamos a acompañar a Venezuela, en espirituales batallas y en formidables caminos de vencimiento y luz, enfrentando con maestría a la oscuridad, que no ha podido, no puede, ni podrá». «Siempre más allá, Nicolás, Venezuela heroica, pueblos de nuestra América caribeña», concluyeron.
Maduro, descalificado por el resto de sus vecinos de Hispanoamérica y por los gobiernos democráticos, asegura que es víctima de un intento de golpe de Estado «de carácter fascista», en vista de los cuestionamientos a su reelección–anunciada el domingo por el chavista Consejo Nacional Electoral (CNE)–, que fue rechazada por la oposición mayoritaria y buena parte de la comunidad internacional.
Según el mandatario venezolano, «la misma ultraderecha, los mismos grupos dirigidos por el imperialismo norteamericano, los mismos países» están detrás de ese supuesto plan golpista.
El sucesor de Hugo Chávez hizo esa denuncia minutos después de que nueve países (Uruguay, Argentina, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Panamá, Paraguay, Perú y República Dominicana) pidiesen una reunión urgente de la Organización de Estados Americanos (OEA) para abordar los resultados electorales de Venezuela.