Evan Gershkovich, el periodista odiado por Putin y símbolo de la prensa libre

Evan Gershkovich, es mucho más que un periodista, se ha convertido en un icono de la libertad de prensa, sobre todo en los Estados Unidos, donde le han defendido (con uñas y dientes desde su propia redacción en el Wall Street Journal (WSJ)) y en donde ha sido recibido como un héroe.

Gershkovich, de 32 años, había sido inculpado injustamente por el Gobierno de Putin por, supuestamente, enviar información confidencial a la CIA estadounidense sobre Rusia.

Nuestro protagonista y otros dos ciudadanos estadounidenses aterrizaron el viernes en Texas, Estados Unidos, donde fueron sometidos a exámenes médicos tras ser liberados por Rusia en un gran intercambio de prisioneros con Occidente.

El presidente estadounidense, Joe Biden, y su vicepresidenta, Kamala Harris, saludaron el jueves a Gershkovich, al exmarine estadounidense Paul Whelan y a la periodista Alsu Kurmasheva cuando aterrizaron en la base militar Andrews, cerca de Washington.

Su llegada fue recibida con gritos de júbilo de familiares y amigos. Los tres figuraban entre los 26 prisioneros liberados a primera hora del jueves en el mayor canje de prisioneros entre Rusia y Occidente desde la Caída del Muro de Berlín.

«Es una sensación maravillosa», dijo a periodistas en el lugar Biden, quien más temprano había calificado el pacto de «hazaña diplomática».

El día de su arresto ilegal, fue trasladado a una prisión rusa en marzo de 2023, cuando le desalojaron de una fábrica de tanques situada en los montes Urales rusos. Exactamente en Ekaterinburgo, a 1.500 kilómetros al este de Moscú.

Evidenciando así el extremo clima de tensión que existe entre Putin y Biden.