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El economista bangladesí Muhammad Yunus, premio Nobel de la Paz en 2006

El economista bangladesí Muhammad Yunus, premio Nobel de la Paz en 2006AFP

Perfil político y social

Yunus, el premio Nobel y Príncipe de Asturias que se encargará de pacificar Bangladés

Fue condenado a seis meses de cárcel, la acción social que promueve requiere premio y es amigo de la Reina Sofía

Mohamed se encuentra a las órdenes del presidente el país, Shahabuddina, tras las manifestaciones de esta semana en las que fallecieron más de 400 manifestantes por la dimisión y salida del país de la primera ministra, Sheij Hasina. Una dirigente polémica que se encontraba en su cuarto mandato consecutivo tras unas elecciones amañadas. Los comicios que la auparon al poder llegaban después las detenciones masivas de líderes y simpatizantes del partido mediante una farsa, ya que el fraude estaba garantizado.

Ahora, Mohamed Yunus ejercerá como primer ministro de Bangladés. Nació en Chittagong, la segunda ciudad más grande del país asiático con nueve millones, y es musulmán no practicante.

Entre esta escena de violencia y una larga polémica política, se tendrá que bregar este economista indio que es famoso por ser el creador de los microcréditos y del Banco de los Pobres. Se formó en Económicas entre Nueva Delhi y Estados Unidos, gracias a una beca Fulbright.

De vuelta en Bangladés convivió con los campesinos de la zona de Jobra (en su costa este muy cerca de Myanmar y la India), donde pudo ver como la pobreza era un mal generalizado. Observó que esta situación se perpetuaba debido a que los bancos no ofrecían créditos a los pobres, que no podían aportar garantías de devolución.

Por lo que les ofreció pequeños microcréditos con los que pudieran labrar sus tierras, hacerlas productivas y, poco a poco, salir de una miseria extrema que les atenaza. Debido a que Bangladés es considerado, junto con Haití, el país más pobre del mundo, pese a que podría contar con recursos naturales suficientes para que su población no pasara hambre.

Por este motivo, Yunus, consiguió un hito por el que fue condecorado con el Premio Nobel de la Paz. Creando el Banco Grameen, en 1983, que aparte de dar créditos a las personas más desfavorecidas, las convertía en accionistas del propio banco. Resolviendo un problema ya que los bancos no ofrecían créditos a los pobres porque no podían aportar garantías de devolución.

Comenzó elaborando una lista con las personas que estaban más endeudadas. En total, entre todos no debían más que 27 dólares. A cada uno de ellos se les dio la cantidad de dinero que adeudaban, con la condición de que se centraran en sus trabajos y devolvieran el dinero cuando pudieran.

Debido a sus iniciativas, Yunus a parte de recibir el Nobel de la Paz, ha sido galardonado con el Premio Príncipe de Asturias. Guarda una estrecha relación con la Reina madre gracias a la Fundación Reina Sofía.

Les unió su entrega por los más desfavorecidos y solían reunirse al menos un par de veces al año. En 2011 se vio obligado a abandonar la presidencia del Banco Gramer, tras una campaña de desprestigio de las autoridades de su país, pero Doña Sofía le respaldó a pesar de su cargo como reina.

El nuevo proyecto de Yunus pasa por fundar un banco de patentes para empresas sociales en países en vías de desarrollo a partir de aquellas en poder de multinacionales que se en encuentran «en desuso». Y así, que puedan favorecer negocios en dicho países, con el fin de aprovechar «la enorme competencia y capacidad intelectual» que ahora «está parada».

Como buen filántropo en un primer momento, Yunus rechazó el cargo de primer ministro, quizá debido a sus 84 años y la situación de violencia que vive su país, pero ante el «sacrificio» del pueblo bangladesí ha cedido para a ser el jefe interino del Gobierno del complicado Bangladés. Lo que le dio el último empujón para liderar una dura transición fue la petición de los movimientos estudiantiles, cruciales en las reivindicaciones del país asiático.

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