Fundado en 1910
Lisdany Rodríguez Isaac, disidente cubana

Lisdani Rodríguez Isaac, disidente cubanaCortesía

Lisdani Rodríguez: «Si mi embarazo no llega a buen puerto, será culpa de la Seguridad del Estado de Cuba»

La disidente cubana denuncia en El Debate el acoso policial apenas un mes antes de dar a luz

«Mi estado anímico se cómo está», explica, en conversación con El Debate la disidente cubana Lisdani Rodríguez Isaac, «pues aquí [en Placetas, su ciudad de residencia] me hice los análisis de sangre y todavía no dan resultados desde el mes anterior, no salen, y este mes todavía no me dicen, yo me siento bien de salud, aunque a cada rato un poco mal: debe de ser el embarazo y que ya me falta poco para dar a luz». Está previsto que su niña nazca en septiembre o, a más tardar, a principios de octubre. Si es así, la venida al mundo de su hija podría coincidir con su vigésimo sexto cumpleaños, el 12 de octubre.

Pero, de momento, Rodríguez Isaac está en vilo, pues sigue sin saber los resultados de las pruebas a las que se sometió hace ya varias semanas. Ayer recibió el siguiente mensaje enviado desde su centro médico. «Buen día, los análisis que te realizaste aún no me han llegado los resultados al consultorio. En cuanto lleguen yo te digo seguro deben estar para esta semana». Hoy recorrerá varios kilómetros para ver si consigue, por fin, ser recibida por un cardiólogo.

«Quiero denunciar», añade, «porque es preocupante la situación que hay en este país: aquí no hay especialistas, no hay equipos; pero sobre todo me extraña la falta de atención que hay conmigo, porque que soy una embarazada de 36 semanas de embarazo y sigo sin recibir atención médica, temo por mi vida ya que un cardiólogo al inicio de mi embarazo me diagnóstico un soplo en el corazón, que me puede empeorar o mejorar».

Lisdani Rodríguez Isaac, disidente cubana, muestra su avanzado estado de embarazo

Lisdani Rodríguez Isaac, disidente cubana, muestra su avanzado estado de embarazoCortesía

El problema añadido de Rodríguez Isaac es que no es una paciente cualquiera: el vilo en que la tienen sumida las autoridades se enmarca en una estrategia de acoso a fuego lento diseñada por las autoridades de la dictadura comunista. Pese a ser beneficiaria, desde el pasado 28 de mayo de una licencia extrapenal (liberación condicional en la jerga de la Justicia cubana) de un año de duración -tendrá que volver a la cárcel dentro de nueve meses-, «La Seguridad del Estado siempre está ahí: tengo que presentarme al tribunal bimestralmente, me mandan todas las citaciones». Es decir, que no hay tiempo para que la examine un cardiólogo, pero ha de respetar a rajatabla su control judicial.

Sin olvidar que durante su primera y larga estancia detrás de los barrotes, entre julio de 2021 -fue detenida por su participación en las protestas de aquel año- y el pasado mayo, los responsables de su cárcel la presionaron sutil pero constantemente -El Debate dio cuenta de ello en su momento- para que abortase. Ella se negó. Hoy, incluso cuando quiere visitar a su hermana gemela, Lisdiani, que permanece presa, tiene que pedir un permiso cada 15 días.

«Espero con esta denuncia», concluye, «que cualquier cosa que me pueda ocurrir de este tiempo en adelante con mi salud y mi bebé, culparé de todo a la Seguridad del Estado por toda la represión que puedan tomar tanto en mi contra como en la de mi hermana que se encuentra recluida en Guamajal y el resto de mi familia».

comentarios
tracking