Venezuela
La soledad de Maduro tras su proclamación como presidente: ¿Qué países apoyan al régimen chavista?
Nicolás Maduro, como autócrata, se ha proclamado presidente de Venezuela gracias a una sentencia leída por Caryslia Rodríguez, una seguidora al régimen y que ejerce como presidenta del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela (TSJ). La judicatura del país hispanoamericano daba por buenos los resultados otorgados por el Consejo Nacional Electoral (CNE), también controlado por el poder del Partido Socialista de Venezuela.
Maduro reclama una victoria, hinchado de poder y gracias a su organismo afín, con un 51,95 % de los votos totales, frente a los 43,18 % del candidato opositor Edmundo González Urrutia. Candidato al que, por cierto, la Fiscalía venezolana pide ya pena de cárcel por ejercer de opositor y debatir la mentira electoral perpetrada por Maduro. Una mentira que la oposición puso al descubierto enseñando el 80 % de las actas, que otorgan una ventaja a González de más de cuatro millones de votos.
Ante tamaña estafa electoral, el G-7 (formado por Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Reino Unido y Estados Unidos) exteriorizó, a través de sus ministros de Asuntos Exteriores, su posición contra un Maduro que se aferra al poder y se niega a entregar las actas de votación: «Es de suma importancia que el resultado refleje la voluntad del pueblo venezolano», aclararon por escrito.
Ante este desplante a la democracia, el pasado 16 de agosto la Unión Europea, Estados Unidos y una veintena de países solicitaron la «inmediata publicación de todas las actas originales» de las elecciones del 28 de julio en Venezuela y la verificación «imparcial» e «independiente» de los resultados de los comicios.
El alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, anunció este viernes que la UE no reconocerá a Nicolás Maduro como presidente de Venezuela hasta que no se entreguen y puedan ser verificadas las actas electorales.
Maduro, viéndose acorralado, llegó a atacar a Borrell con palabras altisonantes y tachándolo de «sinvergüenza». El dictador venezolano, enfurecido, aprovechó para insultar a la Unión Europea por pedir las famosas actas.
Hay que añadir que, durante la tarde del viernes, hasta diez países hispanoamericanos (Argentina, Costa Rica, Chile, Ecuador, Guatemala, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay), además de EE.UU., han enviado un comunicado en el que se manifiestan en contra de la reelección de Maduro.
En el texto exigen «una auditoría imparcial e independiente de los votos» e insisten en el respeto a la manifestación soberana del pueblo venezolano en las elecciones del 28 de julio. Condenan, además, las graves violaciones a los derechos humanos perpetradas por el régimen oficialista.
El frente comunista que apoya a Maduro
Por muy increíble que parezca, la autoproclamación de Maduro posee partidarios a la causa del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), cuyo único e indiscutible líder es el dictador venezolano.
No obstante, en este camino, Maduro no se encuentra completamente solo, si tenemos en cuenta a las autocracias. Así, China felicitó a Venezuela por el «éxito» de sus elecciones presidenciales y al presidente Maduro por su «exitosa» reelección. Eso es lo que comentó Lin Jian, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino que se declara amigo y socio de Venezuela.
También, la unión con Rusia lleva gestándose años y se manifiesta en declaraciones del recientemente reelegido presidente de Venezuela, cuando expresó un «fuerte apoyo» al mandatario ruso, Vladimir Putin, durante una llamada telefónica a seis días de la invasión rusa en Ucrania, tal y como informó el Kremlin a los periodistas.
Han seguido apoyos menores como Nicaragua y Cuba. Daniel Ortega, como presidente nicaragüense, definió la jornada del jueves como «un día histórico en Venezuela, porque se ha confirmado la victoria del pueblo de (Simón) Bolívar, del pueblo de (Hugo) Chávez y del pueblo de Nicolás Maduro».
A Ortega le conviene una unión con Venezuela por las restricciones, provenientes de Occidente, a las que ambos se enfrentan. Al igual que Cuba, con la que guarda una estrecha relación, tratándose de «hermanos» entre Díaz-Canel y Maduro.
Hispanoamérica le retira el apoyo
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), volvió a evitar este viernes reconocer la reelección del mandatario venezolano al insistir, sorprendentemente, en que deben difundirse las actas electorales.
«Vamos a esperar a que den a conocer las actas porque ayer el Tribunal Electoral de Venezuela sostiene que ganó la elección el presidente Maduro y, al mismo tiempo, se recomienda que se den a conocer las actas, creo que hay una fecha de la resolución, entonces vamos a esperar», declaró en su conferencia matutina.
Sin embargo, el gobernante mexicano no se sumó al rechazo conjunto que este viernes realizaron otros once países americanos.
Tanto AMLO como Gustavo Petro, Colombia, y Luiz Inácio Lula da Silva, Brasil, han retirado su apoyo a Maduro, por lo menos públicamente. Un bloque izquierdista que ha preferido optar por reivindicar una repetición de elecciones. Una petición que la oposición, con María Corina Machado a la cabeza, ni se plantea, ya que daría tiempo al dictador para seguir asentándose y rearmándose en el poder y repetir unas votaciones hasta que sean de su agrado.
Por su parte Gabriel Boric, presidente de Chile, definía la autoproclamación de Maduro como un «nuevo portazo» a la democracia, asegurando «que la han asesinado». Afirmaba que su país «no reconocía este falso triunfo autoproclamado de Maduro y compañía».
Respetar la soberanía como excusa
Cuestionado por la prensa sobre su opinión, López Obrador dijo ser «respetuoso» con las decisiones que se toman en otros países y afirmó que hay una «bola» de descalificaciones y condenas al Gobierno de Venezuela.
«Nosotros tenemos que actuar, repito, con apego a nuestra Constitución», zanjó. Insistió en que esperará para opinar sobre el caso de Venezuela al sostener que «la mejor política exterior es la política interior».
Asimismo, aseguró que no ha tenido comunicación con Nicolás Maduro durante la crisis poselectoral, al recordar que se reunió por última vez con él en Palenque, en el sureño estado de Chiapas, en una cumbre sobre inmigración que albergó México, el pasado mes de octubre.
También el presidente boliviano, Luis Arce, ha manifestado su respaldo al Gobierno de Maduro. Alineándose con otros países de Hispanoamérica, como México, que promueven la no injerencia y el respeto a la autodeterminación de los pueblos como excusa para no rechazar, tajantemente, otro sexenio del absolutista venezolano.