Europa mide la soledad del socialismo español en el debate sobre el reconocimiento a Edmundo González

Casi dos meses después de la celebración de las elecciones en Venezuela y de haberse fraguado el mayor fraude electoral de la historia del país, el Parlamento Europeo debatirá, este martes, la delicada situación del país sudamericano, así como el reconocimiento del líder opositor Edmundo González Urrutia como presidente electo. Hasta el momento, Bruselas ha optado por la cautela y ha exigido la publicación de las actas electorales, que el régimen de Nicolás Maduro se ha negado a mostrar.

La oposición venezolana, liderada por María Corina Machado (MCM) y el exdiplomático, sin embargo, consiguieron sortear todas las trabas impuestas por la maquinaria chavista y demostraron la victoria de González Urrutia sobre Maduro el pasado 28 de julio, con la publicación en la web de las copias de las actas electorales. Aun así, el Consejo Nacional Electoral y el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela validaron la victoria de Maduro mientras que la persecución y represión contra la oposición se intensificó.

González Urrutia se ha visto obligado a exiliarse en España tras verse acorralado por el régimen, que se niega a pactar una transición de poderes. La fecha clave será el próximo 10 de enero, cuando el exdiplomático, ahora en Madrid, tenga que prestar juramento como presidente de Venezuela, pero su salida del país hispanoamericano ha complicado las expectativas de un cambio político. Así las cosas, el Parlamento Europeo, a petición del Partido Popular Europeo (PPE), espera sacar a delante una resolución para reconocer a González Urrutia como ganador de los comicios.

«Europa debe alzar su voz por la libertad en Venezuela. No podemos mirar hacia otro lado. Reconocer la victoria de Edmundo González y María Corina Machado en las recientes elecciones es defender la democracia, y la UE debe hacerlo», defendió la vicepresidenta del Grupo PPE, la eurodiputada Dolors Monserrat. La propuesta de los populares incluye también una petición para que los Veintisiete «soliciten una orden de arresto internacional contra Nicolás Maduro por crímenes contra la humanidad».

El debate de este martes contará con la presencia del Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, que tachó por primera vez de «dictadura» al Gobierno de Maduro. «Naturalmente, es un régimen dictatorial, autoritario, pero con decirlo no arreglamos nada. Lo que se trata es de intentarlo resolver», aseveró el alto diplomático de la UE en una entrevista este domingo a Telecinco. Estas palabras provocaron inmediatamente el rechazo de Caracas que, a través de su ministro de Exteriores, Yván Gil, calificó a Borrell de «vocero del mal».

Los diferentes grupos parlamentarios buscarán consensuar una posición común respecto a Venezuela antes de la votación que tendrá lugar este jueves. Sin embargo, las posturas están algo alejadas, ya que los Socialistas y Demócratas (S&D) apuestan por intensificar las sanciones contra el régimen, y mantendrán un perfil más discreto ante el reconocimiento de Edmundo González Urrutia. En esta misma línea, ya se manifestó el PSOE el pasado miércoles, cuando votó en contra del reconocimiento del líder opositor en el Congreso de los Diputados.

A pesar de la postura la de los socialistas, sobre todo los españoles, si todo marcha según lo previsto, la resolución de los populares saldrá adelante. Para España, a diferencia del resto de Estados miembros, la situación en el país sudamericano afecta de manera determinante tanto por sus relaciones históricas como por la diáspora venezolana que se asienta en nuestro país. Más ahora, que el régimen chavista mantiene como rehenes a dos ciudadanos vascos a los que acusa, sin prueba alguna, de ser agentes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y formar parte de una operación para derrocar a Maduro.