Los socialdemócratas logran mantenerse en Brandeburgo pese al fuerte ascenso de la AfD
El SPD resiste en su bastión del este mientras AfD y Wagenknecht redibujan el panorama político
AfD logra un resultado histórico en Brandeburgo con el 29,6% de los votos, quedando a menos de un punto del SPD
El Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD), liderado a nivel federal por el canciller Olaf Scholz, logró una ajustada victoria este domingo en las elecciones regionales de Brandeburgo, manteniendo su dominio en el estado que rodea Berlín desde la reunificación alemana en 1990. Pese al fuerte avance de Alternativa para Alemania (AfD), el SPD consiguió un 30,7 % de los votos, superando por un estrecho margen a AfD, que obtuvo el 29,6 %. La sorpresa fue la nueva formación de la izquierdista Sahra Wagenknecht, Alianza Sahra Wagenknecht (BSW), que irrumpió con un 13,1 %.
El SPD, con Dietmar Woidke a la cabeza como primer ministro del estado, pudo celebrar esta victoria en medio de un panorama electoral que, hasta hace pocos meses, auguraba un escenario complicado para los socialdemócratas. A principios del verano, las encuestas situaban al SPD en un preocupante 19 %, con AfD dominando las preferencias electorales. Sin embargo, el partido logró revertir la situación en las últimas semanas de campaña.
Woidke expresó su alivio tras conocerse los resultados. «Nos hemos propuesto desde el principio evitar que Brandeburgo cayera en manos de la extrema derecha», comentó en un acto celebrado en Potsdam, la capital del estado. Este discurso estuvo acompañado de aplausos y manifestaciones de júbilo entre sus seguidores.
AfD, un éxito con sabor amargo
Aunque AfD mejoró sus resultados respecto a las elecciones regionales de 2019, donde logró un 23,5 %, el partido no pudo capitalizar por completo su gran ascenso en las encuestas, que le auguraban una victoria clara. A pesar de quedar en segundo lugar, la colíder del partido, Alice Weidel, aseguró que AfD sigue consolidándose como una fuerza imparable en el este del país. «El este es azul», afirmó, destacando el fuerte apoyo en los antiguos estados comunistas de Alemania, como Turingia y Sajonia, donde ya han conseguido importantes victorias.
El ascenso de AfD no se limitó a Brandeburgo. En las recientes elecciones en Turingia, la formación logró por primera vez la mayoría en un estado federado, un hecho que ha sacudido la política alemana. Pese a este éxito, la falta de posibilidades para formar coaliciones gubernamentales sigue limitando su influencia en los ejecutivos regionales.
Un respiro para Olaf Scholz
El triunfo del SPD en Brandeburgo supone una bocanada de aire fresco para Olaf Scholz, quien venía de enfrentar duros reveses en otras regiones del este de Alemania, como Turingia y Sajonia, donde su partido apenas superó la barrera del 5 % necesario para entrar en los parlamentos regionales. Scholz, que no participó activamente en la campaña de Brandeburgo, destacó la importancia de este resultado, aunque expertos señalan que la victoria está más vinculada al liderazgo local de Woidke que a la popularidad del canciller.
Para el SPD, mantener Brandeburgo es fundamental, ya que se trata de uno de sus principales bastiones desde la reunificación del país. Si bien Scholz sigue siendo una figura impopular en muchos sectores del electorado, este resultado alivia momentáneamente las tensiones internas que podrían haber surgido de una derrota en este estado clave.
La irrupción de Wagenknecht
Otro elemento clave de estas elecciones ha sido el sorprendente debut de la Alianza Sahra Wagenknecht (BSW), que alcanzó el 13,1 % de los votos en su primera participación. Este nuevo partido, liderado por la exlíder de La Izquierda (Die Linke), comparte con AfD una postura crítica frente a la inmigración y una actitud prorrusa en política exterior, factores que han calado entre los votantes del este de Alemania.
Mientras tanto, Los Verdes experimentaron una severa caída, obteniendo solo el 4,6 % de los votos, lo que pone en riesgo su representación en el parlamento regional. En contraste con sus resultados en otros estados alemanes, donde han logrado un crecimiento significativo, el partido ecologista no consiguió movilizar a suficientes votantes en Brandeburgo. La CDU, por su parte, se mantuvo en un discreto cuarto lugar con el 12,1 %.
El resultado de las elecciones en Brandeburgo no solo reafirma la capacidad del SPD para resistir el embate en su bastión más importante, sino que también anticipa una reconfiguración del mapa político en el este de Alemania. Con AfD consolidada como la segunda fuerza política y la Alianza Wagenknecht emergiendo con fuerza, las futuras coaliciones gubernamentales en la región serán más difíciles de formar.
El panorama nacional también sigue en constante cambio. Aunque queda un año para las próximas elecciones federales, el liderazgo de Scholz sigue siendo objeto de debate, y los resultados de Brandeburgo, aunque positivos para su partido, no garantizan un respaldo más amplio a nivel nacional. Por ahora, el SPD puede celebrar haber salvado su feudo, pero los desafíos de cara a 2025 no han hecho más que comenzar.