Reino Unido
Starmer pide «tiempo» tras las primeras críticas al Gobierno laborista británico
Un sondeo publicado este lunes señala que solo un 34 % de los británicos tiene ahora una opinión positiva del Partido Laborista, siendo negativa para un 57 %
El primer ministro británico, Keir Starmer, ha pedido «paciencia» para llevar a cabo sus proyectos, en su discurso de este martes durante el Congreso Laborista, en Liverpool, tras las críticas a su Gobierno, tras tan solo dos meses y medio en el poder.
El líder laborista, de 62 años, insistió, en la tercera jornada del congreso, en que «el dolor a corto plazo de las decisiones difíciles» se traducirá en «ganancias a largo plazo», según extractos de su alocución, adelantadas por su propio partido.
Con este discurso, más positivo respecto a sus anteriores declaraciones, Starmer busca calmar a sus conciudadanos, afirmando que «hay luz al final del túnel», tras haber presentado un panorama sombrío desde que ganó las elecciones a principios de julio.
En sus declaraciones, los miembros del Gobierno laborista repiten desde hace semanas que han heredado de los 14 años de gobiernos conservadores un «agujero» de 22.000 millones de libras (29.300 millones de dólares) en las finanzas públicas.
Con esta coyuntura económica, el primer ministro advirtió que el próximo presupuesto, que presentará a finales de octubre, será «doloroso».
«Keir Starmer debe ofrecer una visión de lo que defiende el gobierno laborista, cuando hasta ahora ha hablado principalmente del agujero en las finanzas públicas que han heredado» de los conservadores, dijo a AFP Jonathan Tonge, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Liverpool.
«La gente puede pensar que no tiene sentido haber sustituido un gobierno conservador por uno laborista si hacen cosas similares», añadió el profesor.
«Nuestro partido no es esto»
Las palabras de este experto coinciden con las de militantes laboristas.
«Hemos tenido en los últimos 14 años este discurso con los conservadores de que el país no tiene más dinero y que por tanto hay que recortar los servicios públicos. Pero al final esta retórica no funciona», dice Fraser, un estudiante de 21 años presente en el congreso.
Con la idea de mejorar el estado del dinero público, una de la primeras medidas del Gobierno laborista fue la supresión de un subsidio de 300 libras (400 dólares) para ayudar en gastos de combustible energético de invierno a los pensionistas.
«Estábamos llenos de optimismo y esperanza (...) Algunas de las decisiones que tomó el gobierno nos han dejado fríos», afirma George Cumiskey, militante laborista, de 75 años, presente en el congreso.
«Nuestro partido no es esto», añade Jenny Ward, otra activista, de 76 años.
El Gobierno laborista ha lanzado en las últimas fechas mensajes advirtiendo a la población que deberá hacer esfuerzos a corto plazo debido a futuras restricciones presupuestarias.
Starmer señaló que es consciente de que «la crisis del coste de vida puso un velo sobre la alegría en nuestras vidas y que la gente quiere un respiro y alivio, e incluso puede haber votado al Partido Laborista por esa razón».
«Construir un nuevo Reino Unido»
En su discurso, el mandatario británico destacó algunas de las primeras leyes laboristas, como una empresa pública de energía renovable y la renacionalización de los ferrocarriles británicos.
Sin embargo, todo esto se ha visto ensombrecido por las informaciones sobre los regalos recibidos por miembros del Ejecutivo procedentes de donantes del partido.
Todos los obsequios fueron declarados, sin infringir las normas parlamentarias, pero trascendieron después de que el Gobierno advirtiera a la población que se prepare para hacer esfuerzos.
Por ejemplo, Starmer recibió regalos desde 2019, como ropa y entradas para partidos de fútbol y conciertos, por unos 141.000 dólares.
Un sondeo publicado el lunes por YouGov señala que solo un 34 % de los británicos tiene ahora una opinión positiva del Partido Laborista, siendo negativa para un 57 %.