Crisis en el Partido Laborista: le piden a Starmer que «deje de justificarse» por los 130.000 euros en regalos

Keir Starmer está en el punto de mira por haber recibido y aceptado regalos que si bien los declaró, no los registró en las cuentas del Partido Laborista, un requisito indispensable, tal y como recoge su estatuto.

Quizás Starmer, como primer ministro inglés de izquierdas que hace gala (siempre que puede) de su procedencia de una familia de clase trabajadora, no esté satisfecho por haber aceptado estas prebendas. Habiendo recibido muchos más regalos, beneficios y estancias en hoteles que cualquier otro parlamentario, ya no dentro del Partido Laborista, sino de toda la Cámara de los Lores, en los últimos cinco años. Manteniendo un amplio margen de diferencia respecto a la segunda persona más beneficiada, la también diputada laborista Lucy Powell, quien ha recibido cerca de 50.000 euros.

Para colmo el mayor donante de Starmer fue lord Waheed Alli, un millonario laborista con una fortuna estimada en 238 millones de euros y expresidente de la marca de ropa Asos. Alli le habría regalado 46.700 euros que incluyen alojamiento por valor de 24.358 euros, trajes de 19.308 euros y gafas de lujo por valor de 3.000 euros.

Presentes que incluyen entradas VIP a conciertos de algunos de los artistas más solicitados del mundo. Como por ejemplo, Taylor Swift, Coldplay y Adele.

Unos 'donativos' de los que también se benefició su mujer, Victoria Starmer, a la que Alli agasajó con vestidos por el montante de 6.000 euros. El primer ministro no reveló que su amigo había pagado el coste de un asistente de compras y la ropa de su esposa hasta el martes de la semana pasada, cuando el personal se dio cuenta de que podría considerarse un posible conflicto de intereses.

Las voces internas discordantes no se han hecho esperar y Harriet Harman, una de las figuras más importantes del Partido Laborista como exvice líder, insta a Keir Starmer a que «deje de intentar justificar» la aceptación de regalos y estancias en hoteles de lujo. Harman declara que «las excusas (del primer ministro) estaban empeorando las cosas».

La política señala el error de Starmer al «aumentar unos esfuerzos injustificables» e insistir en que seguiría aceptando donaciones de figuras como Alli.

Mientras Starmer continúa defendido la aceptación de «regalos» con el argumento de que era «sentido común» para él aceptar la hospitalidad corporativa del club de fútbol Arsenal, y desestimó las preocupaciones sobre la ética de recibir regalos. Además, afirma que a los contribuyentes les sale más barato que acuda a los palcos, en vez de mezclarse entre el público donde tendría que doblar el personal de seguridad que le acompaña.

El domingo se celebra la Convención del Partido Laborista. Ante la crisis abierta por la aceptación de estos regalos, moralmente reprochable, hay voces dentro del Gobierno que le restan importancia. Como David Lammy, el ministro de Exteriores inglés, que aprovecha para atacar a los conservadores en una entrevista concedida a la BBC: «La verdad es que los sucesivos primeros ministros, a menos que seas multimillonario como el último [Rishi Sunak], sí dependen de las donaciones políticas para poder lucir lo mejor posible tanto en la oposición como en el cargo de primer ministro».