Austria quiere un Gobierno de derechas y otorga una victoria histórica al FPÖ
El FPÖ ha aumentado muy significativamente desde las elecciones de 2019, cuando logró un 16,2 %. Solo los Populares del ÖVP podrían ser un posible socio, ya que el resto de los partidos han descartado una coalición con Herbert Kickl
El derechista Partido por la Libertad de Austria (FPÖ) de Herbert Kickl ha ganado por primera vez las elecciones parlamentarias en Austria con un 28,9 % de los votos. Se sitúa claramente por delante del conservador Partido Popular (ÖVP) del canciller Karl Nehammer, que cuenta con el 26,3 % de los votos.
A mucha distancia de los partidos de la derecha el socialdemócrata (SPÖ), liderado por Andreas Babler, que ocupa el tercer lugar con un 21 %, su peor registro. Completan el panorama político el liberal NEOS, los Verdes, y el partido BIER (el Partido de la Cerveza).
El FPÖ ha aumentado muy significativamente desde las elecciones de 2019, cuando logró un 16,2 %. Solo los Populares del ÖVP podrían ser un posible socio de Gobierno para el FPÖ de Kickl, ya que el resto de los partidos han descartado una coalición con él. Por su parte, Nehammer ha centrado su campaña en mostrarse como una derecha equilibrada y un voto sensato y responsable frente al «extremismo» de Kickl.
El secretario general del FPÖ, Michael Schnedlitz, ha dicho conforme avanzaban los resultados: «Los austriacos han hecho historia hoy». Si se mira el resultado electoral de hoy significa que «se desea un cambio en el país». «Gestionaremos cada voto con responsabilidad».
En su programa electoral, el FPÖ ha hecho campaña a favor de una política migratoria firmemente restrictiva. He aquí la clave de su éxito dada la actual situación en Europa. El partido de Kickl pide que se devuelva a los inmigrantes a sus países de origen y desea la «homogeneidad» en la sociedad como alternativa a la diversidad que a menudo se busca a nivel internacional.
El FPÖ ha hecho campaña a favor de una política migratoria firmemente restrictiva
También en política exterior, el FPÖ mantiene una posición muy crítica respecto a la Unión Europea (UE) y a pesar de la guerra en la cercana Ucrania, el FPÖ adopta una postura más favorable a suavizar las relaciones con Rusia y no ve ningún problema en la dependencia austriaca del gas ruso.
La líder del partido alemán Alternativa para Alemania (AfD), Alice Weidel, ya ha felicitado al partido de derechas por su buen resultado. La líder de formación conservadora alemana ha escrito en X, antes Twitter: «¡Según las primeras estimaciones el FPÖ es el partido más fuerte! ¡Enhorabuena a Herbert Kickl y al FPÖ!».
La formación de Kickl, sin embargo, no cuenta con una mayoría absoluta, por lo que tendrá que formar coalición con otros partidos. Con estos resultados, las preguntas que surgen ahora son varias. ¿Se convertirá Kickl en el nuevo canciller austriaco? O, por el contrario, ¿Karl Nehammer mantiene sus posibilidades de seguir siendo canciller? Aún es pronto para saberlo.
Nehammer tenía un plan frente a las ideas más conservadoras de Kickl: su «Plan Austria», un documento de 81 páginas con políticas conservadoras clásicas. Se trata de recortes fiscales, ayudas financieras para la primera vivienda, tiempo libre remunerado para que los abuelos cuiden de sus nietos. Una política muy en favor de las familias y la clase media tradicional. Nehammer, para competir con la popularidad de Kickl, endureció también su mensaje en políticas migratorias: menos inmigración ilegal, más protección de fronteras, un enfoque más duro sobre las prestaciones sociales a los inmigrantes. Quería evitar que aún más votantes emigrasen del conservador ÖVP al FPÖ.
También, en el contexto de estos comicios, la Oficina Austriaca para la Protección de la Constitución está alerta a estas horas pues distintos medios han difundido falsas acusaciones en redes como: «Peligro de fraude: ¡el voto por correo podría costarle el primer puesto al FPÖ!» o «Las fatídicas elecciones de Austria: el Estado Profundo quiere robarle la victoria al FPÖ». Hablan de la amenaza de manipulación electoral si el partido de derechas FPÖ no gana.
Ahora, con los resultados sobre la mesa, la ventaja del FPÖ sobre el ÖVP es clara. Más claro todavía está que una mayoría de austriacos quieren un Gobierno de derechas.