Israel bombardea Gaza y Líbano durante la noche y asesta golpes a Hamás y Hezbolá

El Ejército israelí anunció el viernes que llevó a cabo un ataque contra un centro de control y comando de Hamás, situado en las instalaciones de la escuela 'Ahmad Kurd', en Deir al Balah, en el centro de la Franja de Gaza. Según las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF), la operación se realizó con el apoyo de inteligencia militar y tuvo como objetivo neutralizar a «terroristas» que usaban el recinto escolar como base operativa.

Las IDF indicaron que tomaron precauciones para minimizar el impacto en la población civil, utilizando municiones de precisión y vigilancia aérea para evitar daños colaterales. A pesar de ello, la agencia palestina Wafa informó que al menos ocho civiles fallecieron debido a los bombardeos israelíes en otras áreas de Gaza, incluidos el campo de Al Nuseirat y la zona de Deir al Balah. Entre las víctimas, siete personas murieron por ataques aéreos que destruyeron varias casas en Al Nuseirat, mientras que otro falleció en un bombardeo contra el colegio Al Salah, donde se refugiaban familias desplazadas.

El Ministerio de Sanidad de Gaza, controlado por Hamás, actualizó la cifra de muertos desde el inicio del conflicto el pasado 7 de octubre, afirmando que al menos 41.802 palestinos han perdido la vida. Sin embargo, esta cifra podría aumentar significativamente, ya que se estima que alrededor de 10.000 cuerpos permanecen bajo los escombros de edificios colapsados en toda la Franja de Gaza, donde los esfuerzos de rescate se ven obstaculizados por los continuos ataques aéreos.

La ofensiva israelí no se ha limitado a Gaza. En el Líbano, las IDF han intensificado los bombardeos en los suburbios del sur de Beirut, conocidos como Dahiyeh, un bastión del grupo chií Hezbolá. La madrugada del sábado, el Ejército israelí emitió una advertencia para que los residentes evacuaran la zona en previsión de nuevos ataques. Este incremento de la tensión sigue a la muerte del líder de Hezbolá, Hasan Nasralá, en un bombardeo israelí la semana pasada, que desencadenó una fuerte respuesta por parte de Irán, con el lanzamiento de casi 200 misiles hacia Israel.

Uno de los ataques más recientes de las IDF en el norte del Líbano se cobró la vida de Saeed Atallah, un comandante de las brigadas al-Qassam, el brazo armado de Hamás, junto con tres de sus familiares. Este bombardeo ocurrió cerca del campo de refugiados palestinos de Al Beddawi, un área ya afectada por la violencia.

Además, se reportan enfrentamientos continuos entre Hezbolá e Israel en varias localidades fronterizas. La zona de Odaisseh, en el sur del Líbano, ha sido escenario de intensos combates, mientras que en Yaroun, Hezbolá lanzó una salva de cohetes contra posiciones israelíes. Según medios israelíes, los enfrentamientos han escalado rápidamente en los últimos días, con ataques cruzados que también se extienden a otras áreas como Ramala y Nablus, en Cisjordania.

Con la situación volátil en múltiples frentes, Israel parece haber intensificado su ofensiva para debilitar tanto a Hamás como a Hezbolá. La comunidad internacional observa con preocupación, instando a ambas partes a buscar una resolución pacífica antes de que la situación se convierta en una crisis humanitaria aún mayor.