La expresidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, apartada del juicio por el caso 'golpe de Estado I'

Este jueves, un tribunal boliviano decidió apartar a la expresidenta interina Jeanine Áñez del juicio relacionado con el caso 'golpe de Estado I', que investiga la crisis política que llevó a la renuncia de Evo Morales en 2019. La corte argumentó que Áñez ya había sido juzgada y sentenciada en un proceso anterior conocido como 'golpe de Estado II', donde recibió una condena de diez años de prisión.

Carolina Ribera, hija de Áñez, celebró la decisión como «una victoria» en la lucha legal de su madre. Sin embargo, subrayó que la batalla continúa, ya que Áñez enfrenta un total de ocho procesos adicionales en el ámbito ordinario. Ribera afirmó que «se ha evidenciado que se juzgan los mismos hechos» y que la decisión del tribunal fue un reconocimiento de que no se puede juzgar a una persona dos veces por el mismo delito.

La defensa de Áñez argumentó que el caso 'golpe de Estado I' está directamente vinculado al proceso 'golpe de Estado II'. En este contexto, el abogado Luis Guillén explicó que el tribunal declaró «el incidente a favor» de la expresidenta interina, llevando al archivo de la acusación en su contra por «doble juzgamiento». «Por primera vez en tres años y siete meses vemos que algún tribunal hace algo en base a derecho en el caso de mi madre», agregó Ribera.

Áñez había sido acusada en el caso 'golpe de Estado I' de ser cómplice de Luis Fernando Camacho, gobernador suspendido de Santa Cruz, y de Marco Pumari, exlíder cívico de Potosí. Según la Fiscalía, Camacho lideró las protestas que cuestionaron la legitimidad de las elecciones de 2019, en las que Morales se declaró ganador, lo que llevó a su eventual renuncia.

El subprocurador de Supervisión e Intervención de la Procuraduría General del Estado, Ricardo Condori, confirmó que aunque se ha apartado momentáneamente a Áñez del juicio, la Fiscalía ya ha apelado la decisión y se espera su reincorporación al proceso. Esta situación resalta la complejidad y las tensiones políticas que han marcado la trayectoria judicial de la exmandataria.

Además de Áñez, varios altos mandos militares y policiales de 2019, junto a dos exministros de su gobierno, también están bajo acusación. Uno de ellos es Arturo Murillo, exministro de Gobierno, quien enfrenta cargos de soborno y lavado de dinero en Estados Unidos, y el otro es Fernando López, exministro de Defensa, actualmente en Paraguay.

La defensa de Áñez y ciertos sectores de la oposición insisten en que la expresidenta debería ser procesada en un juicio de responsabilidades, dado su estatus como exmandataria, en lugar de ser juzgada a través de la vía ordinaria. Esta posición añade una capa adicional de complejidad a la ya tensa situación política en Bolivia, donde los ecos de la crisis de 2019 siguen presentes en el discurso público y en el ámbito judicial.