Harris minimiza el legado de Biden ante la frustración económica de los votantes en una entrevista con ´NBC News´
La vicepresidenta busca distanciarse del legado de Biden, pero sigue cargando con los fracasos de la administración demócrata
En una entrevista con NBC News, Kamala Harris intentó trazar una línea entre su posible presidencia y la administración Biden, a la que ha estado ligada como vicepresidenta. A pesar de sus esfuerzos por subrayar sus propias propuestas, Harris parece no poder escapar de la sombra de los errores del gobierno actual, lo que ha llevado a un creciente descontento entre los votantes, particularmente en torno a la situación económica.
La cuestión del aumento del coste de la vida y la inflación, dos de los temas más sensibles para los votantes, fue uno de los puntos clave de la conversación. Harris reconoció la preocupación de los ciudadanos sobre la economía, admitiendo que «el coste de los comestibles sigue siendo demasiado alto». Sin embargo, su promesa de luchar contra la especulación de precios y su propuesta de créditos fiscales parecen soluciones tibias frente al impacto que las políticas de la administración Biden han tenido en los bolsillos de los estadounidenses. En un intento por distanciarse, Harris aseguró que su mandato no sería una continuación de las políticas de Biden, pero no ofreció cambios sustanciales que la diferencien realmente.
Una de las áreas donde Harris buscó resaltar fue su enfoque en la vivienda, afirmando que trabajará en incentivos para constructores que permitan construir «millones de nuevas viviendas», además de proponer un programa de asistencia para el pago inicial de viviendas de $25,000. Aunque estos planes suenan bien en papel, quedan dudas sobre su viabilidad en un contexto donde la inflación ha encarecido tanto los materiales de construcción como el precio final de las viviendas.
A lo largo de la entrevista, la vicepresidenta también fue desafiada por el periodista sobre el rechazo de muchos votantes a su candidatura, a lo que respondió insistiendo en que su mensaje «sí está calando». No obstante, las encuestas muestran lo contrario, con Donald Trump superando a Harris en la percepción sobre la gestión económica.
En el terreno de la política social, Harris reafirmó su postura sobre la necesidad de restablecer las protecciones del fallo Roe v. Wade para garantizar el acceso al aborto. Sin embargo, cuando se le preguntó sobre posibles concesiones en un hipotético escenario de mayoría republicana en el Congreso, Harris adoptó una postura inflexible, rechazando cualquier tipo de negociación en este tema.
Asimismo, el tema del acceso a la atención de afirmación de género fue otro punto donde Harris eludió una respuesta directa, optando por una retórica ambigua sobre el cumplimiento de la ley en lugar de posicionarse claramente, lo que podría alienar a sectores tanto progresistas como conservadores.
En la recta final de la entrevista, Harris fue preguntada sobre su postura ante la posibilidad de perdonar a Donald Trump en caso de que sea condenado por los múltiples casos judiciales en su contra. Evitó entrar en este debate hipotético, aunque tampoco ofreció una visión contundente sobre cómo un gesto así podría contribuir a la supuesta unificación del país que ella promete.
A pesar de sus intentos por marcar su propio camino, Harris sigue atada a los problemas de la administración Biden. Con una propuesta económica que no logra convencer y un enfoque rígido en temas sociales, parece difícil que logre ganar a los votantes indecisos de los estados clave. En última instancia, la vicepresidenta se enfrenta a un panorama electoral desafiante en el que la sombra de Biden y los logros poco convincentes de su administración la seguirán acompañando hasta el día de las elecciones.