Putin, Guterres y el ensayo de un orden mundial alternativo

El foro y asociación económico-política de países emergentes denominados los Brics+ fue conformado inicialmente, como se sabe, en 2010 por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica (de ahí las siglas) y posteriormente se sumaron otra serie de país (de ahí el «plus») como Egipto, Irán, Emiratos Árabes Unidos, y Etiopía, en este año 2024. Esta asociación se presenta como alternativa al G7 y se dirigen a atraer y liderar el amplio 'Sur Global'.

En esta semana han celebrado una cumbre en Kazán, la capital de la República rusa de Tartaristán, en un encuentro donde los líderes de estos países, que representan el 37 % de la producción económica mundial, apuntando al crecimiento de su influencia mundial.

China, Rusia e India abordaron el asunto de la guerra en Ucrania, en la segunda jornada de la cumbre, donde Rusia salió reforzada por sus amigos, pues Moscú trató de mostrar que los intentos de Occidente por aislarlo han fracasado. Con un comunicado de prensa conjunto, titulado Declaración de Kazán, han denunciado las sanciones unilaterales impuestas contra algunos miembros de los Brics, en particular Rusia e Irán, considerando que penalizan principalmente a las poblaciones más pobres de los estados destinatarios y entre otras cosas han pedido su eliminación.

China e India compran alrededor del 90 % del petróleo ruso, la principal fuente de divisas para Moscú, que es también el segundo mayor exportador de crudo del mundo.

Ha tenido relevancia Narendra Modi, primer ministro de la India, un actor fuerte y muy peculiar en Asia. Modi aseguró públicamente al líder ruso que desea la paz en Ucrania, sin embargo, Xi Jinping discutió a puerta cerrada con el líder ruso sobre este el conflicto.

Tengamos en cuenta que Rusia controla alrededor de una quinta parte del territorio ucraniano, incluida la provincia de Crimea, en el sur que se anexionó en 2014. Domina actualmente alrededor del 80 % de la gran región del Donbás, en el Este, con una zona industrial que incluye las regiones de Donetsk y Lugansk, y más del 70 % de las regiones de Zaporiyia y Jersón en el sur de Ucrania.

El líder del Kremlin, Vladimir Putin, considera que estas cuatro regiones de Ucrania son parte de Rusia y quiere que Europa y los socios de la OTAN tengan en cuenta sus intereses de seguridad a largo plazo.

Entre lo más destacado encontramos la presencia, en este encuentro, del secretario general de la ONU, Antonio Guterres, algo que suscitó recelos por parte de Kiev. Aunque Guterres justificó su presencia porque planeaba discutir el conflicto ucraniano con Putin, así como tratar la escalada de enfrentamientos en Medio Oriente. En este sentido, la Unión Europea (UE), en su habitual ceguera buenista e inconsciente, sí apoyó la participación de Guterres en la reunión esperando que sirviese para resolver el conflicto de Ucrania.

Los líderes del grupo suman, como indicamos al comienzo, un 37 % de la producción económica mundial y han centrado el grueso de su cumbre en buscar vías de crecimiento e influencia delineando proyectos comunes que van desde el comercio del grano hasta un sistema de pagos transfronterizos que ayude a estos países a comerciar entre sí, evitando el sistema financiero global dominado por Occidente y por el dólar.

Putin ha logrado un verdadero espaldarazo en el apoyo de sus socios Brics+ en esta fase de su enfrentamiento con Europa occidental y EE.UU. en su ya larga guerra en Ucrania.

El presidente ruso destacó en la cumbre que el crecimiento financiero promedio de los Brics en 2024 y 2025 se espera que alcance un 3,8 %, algo notable (si se produjese) en comparación con el crecimiento global que es de un 3,2 - 3,3%. «La tendencia del papel líder del Brics en la economía global solo se fortalecerá», afirmaba Putin, citando el crecimiento de la población, la urbanización, la acumulación de capital y la productividad de estas naciones emergentes, como factores clave.

También es destacable la presencia del mandatario de Venezuela, el dictador Nicolás Maduro. La importante es que no ha logrado ser socio del club pues, aunque Putin lo ha defendido como «socio fiable», Brasil lo ha vetado para su ingreso en la asociación.

Entre visillos, el dictador venezolano, se reunió con algunos mandatarios como el presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko; con el de Turquía, Recep Tayyip Erdogan; con el primer ministro etíope, Abiy Ahmed y con el representante de Palestina, Mahmud Abás.

Pero los puntos más importantes del encuentro se centran en la economía y, en este sentido, el primer ministro indio, Narendra Modi, ganó protagonismo al afirmar que acogía con agrado los pasos para «una integración financiera de los países Brics».

Por su parte, el presidente chino, Xi Jinping, instó a las naciones del grupo a profundizar en la cooperación financiera y económica. Putin pidió la creación de una plataforma de inversión Brics, que facilite la inversión entre los países miembros y que sea también extensible a la inversión en otras naciones del 'Sur Global'.

El futuro de la organización Brics depende mucho de India y China, porque son competidores y rivales en muchos puntos, al tiempo que son los mayores importadores de petróleo ruso y la influencia de China sobre Rusia crece actualmente más rápido que la de India debido a las interacciones financieras.

Es aún demasiado pronto para hablar de «un orden mundial alternativo», pero en ello están.