Harris anuncia que ya ha votado por correo y que «confía» en que su papeleta llegue a tiempo
La vicepresidenta expresa confianza en que su papeleta llegue a California, mientras Trump siembra dudas sobre el proceso en medio de una polarizada campaña electoral
Con las elecciones presidenciales de Estados Unidos programadas para el 5 de noviembre, la tensión en el país se acrecienta en los últimos días de campaña. Este domingo, la candidata demócrata Kamala Harris y el republicano Donald Trump, expresidente que busca recuperar la Casa Blanca, han expuesto públicamente sus posturas sobre el sistema de votación estadounidense, reflejando dos visiones profundamente contrastadas sobre la integridad de los comicios.
Kamala Harris, actual vicepresidenta y candidata demócrata, aseguró que ya emitió su voto a través del sistema de voto por correo, el cual llegará a California, donde está registrada para votar. Desde Detroit, Michigan, uno de los estados clave de esta elección, Harris defendió la seguridad y la integridad de los sistemas electorales que están en marcha, enfatizando su confianza en que el sistema garantizará que cada voto cuente. «Mi boleta está en camino a California y voy a confiar en el sistema», afirmó, convencida de que la participación ciudadana será la que finalmente decida el rumbo del país.
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En paralelo, el exmandatario Donald Trump ha vuelto a cuestionar la confiabilidad del proceso de votación estadounidense, críticas que también sostuvo en 2020 cuando consideró el voto por correo fraudulento. En un mitin en Lititz, Pensilvania, estado que podría resultar determinante en la elección, Trump manifestó su inconformidad con la ausencia de requisitos de identificación en algunos lugares y con el tiempo que tarda en realizarse el conteo de votos. «El mundo se ríe de nuestro sistema electoral», afirmó Trump, quien ha intensificado en los últimos días sus denuncias de posibles irregularidades en el proceso, una táctica que parece anticipar una disputa en caso de que los resultados no le favorezcan.
El candidato republicano ha optado por emitir su voto en persona en Florida el mismo día de la elección, en contraste con el voto anticipado por correo de Harris. Las posturas de ambos candidatos reflejan no solo la diversidad de opciones de votación que caracteriza al sistema electoral estadounidense, sino también el alto nivel de polarización en torno a la confianza en los comicios.
Hasta el sábado, más de 75 millones de estadounidenses habían ejercido su derecho al voto de forma anticipada, lo que representa el 48 % del total de votos emitidos en las elecciones de 2020, en las que participaron 154,6 millones de votantes. Esta masiva participación temprana refleja la importancia y el clima de urgencia que muchos estadounidenses sienten ante los temas en juego, desde el acceso al voto y la economía hasta la política exterior y la seguridad social.
La defensa de Harris de los sistemas de votación llega en un momento en el que, por tercer ciclo consecutivo, el debate sobre la transparencia y la seguridad del voto domina la narrativa electoral. Las posturas contradictorias de los candidatos subrayan la tensión que rodea el proceso democrático en Estados Unidos y la potencial influencia de los discursos de desconfianza que, desde 2020, han marcado un cambio en la percepción de los comicios. Para Harris, la confianza en el sistema es fundamental para asegurar que cada voz sea escuchada, mientras que para Trump, los cuestionamientos parecen orientados a movilizar a su base ante la posibilidad de un desenlace ajustado.
Con las urnas a punto de abrirse, el ambiente en Estados Unidos muestra una sociedad dividida no solo en torno a los candidatos y sus políticas, sino también en su confianza en los propios fundamentos del sistema electoral. Este creciente escepticismo en una de las democracias más antiguas del mundo plantea una incógnita sobre el impacto de estas tensiones en la estabilidad y la percepción internacional de la democracia estadounidense.