Así es el CH-7, el nuevo bombardero chino no tripulado e invisible a los radares
El Caihong-7, que significa Arcoíris-7,está optimizado para penetrar profundamente en el espacio aéreo hostil y plantear un reto a la Fuerza Aérea de EE.UU.
China está acelerando sus esfuerzos por desarrollar aviones no tripulados de baja visibilidad y larga autonomía y ha presentado el primer ejemplar del misterioso avión furtivo CH-7 diseñado para tareas de inteligencia, reconocimiento y vigilancia (ISR).
El CH-7 (o Caihong-7, que significa Arcoíris-7), desarrollado por la Corporación de Ciencia y Tecnología Aeroespacial de China (CASC), de propiedad estatal, y en concreto por su 11.º Instituto de Investigación, es un vehículo aéreo de combate no tripulado (UCAV) de gran altitud que, según se sabe, está optimizado para penetrar profundamente en el espacio aéreo hostil.
Según recuerda el portal especializado The WarZone, el avión se presentó por primera vez en forma de maqueta a escala real en el Airshow China 2018 en Zhuhai. En ese momento, se parecía mucho a un dron chino del UCAV X-47B de Northrop Grumman.
Cuando el CH-7 apareció nuevamente en modelo en Zhuhai, para el Airshow China 2022, tenía flaps de ala rediseñados, puntas de ala más inclinadas y una joroba de góndola de motor central más larga.
En el proceso de diseño, las dimensiones del dron también cambiaron. En su forma de 2018, las cifras publicadas incluían una envergadura de 22 metros, mientras que el modelo de 2022 representaba un dron con una envergadura de 26 metros.
Curiosamente, el CH-7 en su forma más reciente tiene un parecido sorprendente con al menos algunas ilustraciones no oficiales del secreto RQ-180 de la Fuerza Aérea de los EE.UU., un avión no tripulado furtivo de gran altitud y larga autonomía.